La misma dulzura con matices diferenciales (1)
Fecha: 15/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... besando, lamiendo, chupando y saboreando el flujo lubricante. Era tal el nivel de mi calentura que muy poco le costó llevarme al orgasmo, nublando totalmente mi razón. Por eso espontáneamente no le permití retirarse cuando la primera descarga llegó a su garganta. Después de beber, por primera vez saboreamos nuestras bocas, permaneciendo un rato abrazados con su cabeza sobre mi pecho hasta que decidió volver a su casa.
Al anochecer sonó nuevamente el timbre, era ella, que entró como tromba colgándose de mi cuello. Apenas tuve tiempo de cerrar la puerta antes que sus labios cubrieran los míos. Calmadas las urgencias del reencuentro le pregunté por Beatriz.
- “Salió con su amigo”.
- “Sabe que viniste?”
- “Le dije que si no volvía la trasmisión por cable vendría a ver televisión con vos, si me dejabas”.
- “Estás en tu casa”.
Ahora el beso fue de puro deleite, sin que el apuro nos impidiera disfrutar la boca del otro y permitiendo a las manos recorrer la anatomía que permitía el largo de los brazos. La sorpresa fue encontrar, debajo del vestido con tirantes y holgado, sólo la piel. Con la simple maniobra de correr los breteles y hacerlos resbalar por los brazos la dejé desnuda. Tenía delante un cuerpo precioso en su delgadez, con curvas moderadas pero armoniosas, suaves y firmes al tacto, invitando al sentido del gusto a darse el gran banquete.
Ya en el sillón me dediqué a recorrer su anatomía con las manos mientras miraba su cara, buscando indicios sobre qué ...
... tipo de caricia estimulaba mejor y cuáles eran las zonas más aptas para producir placer. Comencé acariciando y lamiendo los pechos, quedando los pezones duros como piedras. Luego bajé besando el abdomen hasta llegar al nacimiento de los labios vulvares, donde me dediqué a lamer ida y vuelta a lo largo pero sin separarlos.
El notable incremento de su excitación se evidenció cuando llevó las rodillas hacia los hombros y su conchita se abrió mostrando la copiosa humedad que la bañaba. La exhibición del himen, con ese pequeño orificio central, fue la máxima prueba para mi voluntad de respetar su virginidad. Como mi promesa nada prohibía sobre disfrutar sus jugos puse mi lengua en el ingreso, moviéndola circularmente sobre los bordes, para luego abrazar con mis labios el clítoris y chuparlo a semejanza de un pezón, cosa que poco duró, pues el orgasmo desatado, donde se mezclaron movimientos convulsos, gritos y rugidos la dejó inerme.
Su descanso lo hizo en mis brazos mientras la acariciaba con ternura. Algo totalmente espontáneo ante a una muñequita dulce e indefensa refugiada en mi pecho. Tomé conciencia de su recuperación cuando me preguntó.
- “Primera vez que el placer casi me desmaya, pero vos no gozaste”.
- “Te garanto que más adelante voy a disfrutar enormemente”.
Reanudadas las caricias, cuando llegué a los pechos me pidió que no se los apretara. Acepté el pedido sin preguntar y seguí mi recorrido parando entre los rizos de la vulva, enredando mis dedos en un ...