La misma dulzura con matices diferenciales (1)
Fecha: 15/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... contacto francamente delicioso. Cuando los vellos mojados me anunciaron el progreso de la excitación, con el dedo medio empecé el recorrido desde el clítoris hacia abajo, detención en la entrada a la vagina circulando alrededor, suaves y repetidas presiones con la yema, para seguir hacia la abertura del culito repitiendo la presión. Las expresiones de placer de esta mujercita me indicaron que estaba en el camino correcto. En uno de los recorridos, cuando comencé los golpecitos de presión sobre el ano, Julia retrocedió coincidiendo con mi empuje, haciendo que la primera falange del dedo medio ingresara al recto.
- “¡Ay qué delicia, cómo me entró, me gusta, me gusta, me encantaaaa!”
Ante eso opté por seguir sus indicaciones en la certeza de que así era imposible fallar en mi cometido de darle placer.
- “Otro, otro paseo igual por favor. Entrá en la colita, así, un poquito más. ¡Qué rico, cuando aprieto se achica, no como el marcador, más, entero, ¡enteroo! Ahora apretame las tetas que me corro. Acabooo!
La dejé estirada en el sillón y fui al baño a buscar vaselina. Iba a ser necesario lubricar el conducto si quería penetrarla con el pene. El dedo había entrado sin problemas, pero ahora se trataba de algo bastante más grueso y largo. No quería generar un dolor grande o un desgarro.
En el corto lapso de la búsqueda tomé conciencia de varias cosas. Que cuidaba la conchita, pero el culo lo trabajaba a pleno con sus dedos u otro artefacto apropiado. Que la ...
... culminación del placer era desatada por caricias en el clítoris o estrujado de los pechos. Que en estos dos encuentros había logrado una intensidad de gozo altamente superior a lo conocido. Y la más importante para mí, era que, siendo cuidadoso, tenía una maravillosa hembra para rato.
Al volver la encontré a lo largo del sillón en posición fetal con expresión de relajamiento. Me desnudé y arrodillándome frente a su cara la atraje para que su boca quedara a la altura de mi pija. Mirándome a los ojos se movió colaborando al encuentro.
- “Tomá tesoro, dame placer con tus labios y lengua, dedicate a la cabecita que está largando jugo. Mientras, levantá las nalgas así te hago entrar un poco de vaselina, porque ahora sí voy a gozar, y lo haré dentro de tu culito”.
- “Es la primera vez que un hombre me penetra. Cómo voy a sentir cuándo estés acabando?”
- “Cuando sientas que palpito dentro tuyo, cada espasmo es un chisguete de esperma que te está entrado”.
- “Me va a doler?”
- “Voy a tratar de que solo sea una leve incomodidad. De todos modos frenamos cuando quieras”.
Separando las nalgas se abrió el orificio y derramé un chorrito. Luego lo fui distribuyendo por dentro girando el dedo. Un suave gemido me indicó su particular sensibilidad al pacer anal.
- Vení, te voy a acomodar, los cachetes apenas salidos del borde y de espaldas. Así es más fácil relajar el esfínter. Ahí está, ya te entró la cabecita. Te duele?”.
- “No, pero se me abre mucho. Por ser la primera vez ...