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Trastorno bipolar
Fecha: 19/02/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos
... compara con Carmen y siente que se desinfla, sin embargo los recuerdos de las pajas que se ha hecho a su salud le recuerdan que es una mujer que todavía conserva un remanente de tentación, despertando en él cierto morbo, y está enteramente a su disposición. Carmen se percata de las miradas furtivas al canalillo de sus encorsetadas tetas y advierte en él un visible nerviosismo, a cambio posa su intensa mirada en la de Mario y este se pierde en la profundidad del azul de sus ojos. Ambos se quedan sin decir nada. No hace falta. Sobran las palabras pese a que se entreabran las bocas. Es Carmen la que hace un movimiento muy sutil de acercarse y Mario reacciona aproximándose a su boca para unir sus lenguas. Carmen se agarra a él y éste le devuelve el abrazo. Desde ese momento las manos de ambos inician una exploración por el cuerpo del otro. Mario se apodera de una de las tetas de Carmen y advierte que su mano no puede acaparar toda la carne. Reconoce que nunca ha tocado una de ese tamaño. Le quita el suéter de pico que lleva y puede ver como el sujetador aguanta estoicamente amarrando tanta carne. Es ella la que se lo desabrocha dejando a la vista un par de melones que parecen haber hipnotizado al joven cuando la fuerza de gravedad los vence. Mario se apodera de las dos tetas y les dispensa un intenso magreo, mientras las sopesa y se amorra a los pezones como si fuese un bebé. Va intercambiando de uno a otro y le faltan manos para acaparar los globos de oro. Carmen empieza a ...
... gemir con sus caricias evocando placeres olvidados. Dirige la mano a su pierna y la desliza hacia arriba en busca de su hinchado paquete. Su mano se pasea por el montículo de su bragueta presionando el bulto. Lo quiere. Lo desea. Los dos hacen un inciso para desnudarse completamente. Carmen se desprende de la falda y de las medias y se queda en bragas mostrando su cuerpo en toda su plenitud. Mario la contempla y repara en que, a pesar del volumen, todas las curvas están en su lugar. Lo único que le resulta desacertado son sus bragas anti lujuria, pero pronto se deshace de ellas dejando al descubierto un coño con su mata de pelo perfectamente acicalado que lo empuja a llevar su mano allí a la vez que los dedos se pierden en la humedad de aquella cueva inexplorada durante años. Carmen está de pie suspirando, dejándose hacer y abandonándose al placer que su joven vecino le está provocando con los dedos reactivando su cuerpo marchito, y al compás de los dedos, va moviendo su pelvis queriendo sentir más. Mario hace un paréntesis para quitarse los pantalones, ya que necesita liberar al cautivo que se revuelve en su prisión reclamando su libertad. Se quita los pantalones con celeridad y la boca de ella se entreabre involuntariamente ante el miembro que tiene delante completamente a su disposición. Avanza un paso y lo coge con ambas manos para cerciorarse de que ese momento es real y no un sueño. Lo toca, lo acaricia y lo repasa una y otra vez aferrándose a él como si fueran a ...