1. El toro mecánico


    Fecha: 20/02/2023, Categorías: Incesto Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonriéndole.
    
    -Ya lo veo, pero ¿por qué y por qué te ríes? – Contestaba haciéndole un gesto de incredulidad, mientras que Alex se subía al toro sentándose frente a mí.
    
    -Es que no lo es Lara, es un toro mecánico sí, pero… Es más que eso, es un juguete sexual. –Alex me había dejado sin palabras y me miraba sonriéndome. –Mira Lara te lo demuestro para que lo entiendas mejor.
    
    Alex, se montaba a horcajadas en el toro como yo estaba, uno enfrente del otro juntando nuestros cuerpos, yo llevaba una camiseta verde, zapatillas blancas con unos pantalones vaqueros del mismo color y muy ajustados, sentada enfrente de él con las piernas abiertas dejaba mi sexo a su interpretación y al juntarse tanto nuestros cuerpos chocaron pudiendo sentir perfectamente su pene aun en reposo, notaba el latir de su corazón sobre mi pecho, la cercanía de sus labios, de su aliento, todo aquello me excitaba y más cuando me mandó que me recostara sobre el toro apoyando mi espalda sobre él, teniendo mi cuerpo como si estuviera en una tumbona de la playa medio sentada, medio tumbada.
    
    Alex, cogía mi pierna derecha y me la subía hasta encajarla en lo que parecía un estribo a un lado del toro, luego con la otra, al otro lado quedándome como si estuviera en una camilla ginecológica con las piernas subidas y las rodillas flexionadas un poco, luego colocó sus pies sobre los estribos más abajo, dejando mis piernas por encima de sus muslos y sintiendo en ese momento como su pene se juntaba tanto a mi vulva ...
    ... que podía notar como le iba creciendo, teníamos el sexo apretados el uno con el otro, mi cuerpo reaccionaba y empezaba a humedecerme, tenía a mi primo justo ahí, en una posición en la tantas veces había soñado con él, estaba nerviosa, excitada, mordía mis labios mientras que no sabía qué hacer con mis manos, nos mirábamos fijamente en silencio y sabía que a él le pasaba lo mismo, Alex se inclinaba un poco su cuerpo sobre el mío poniendo sus brazos a ambos lados de mí cuerpo casi a la altura de mis senos, moviendo sutilmente su pelvis y frotando su pene que seguía creciendo sobre mi vulva.
    
    En esos momentos ya estaba totalmente entregada a él, deseaba que me besara, deseaba sentir sus labios sobre los míos, pero lo que no me esperaba era que de un salto Alex desmontara del toro y muy nervioso casi sin mirarme, con voz seria y rota me invitaba a que desmontara también pues era demasiado tarde y teníamos que irnos a casa, al cerrar ya en el coche e incluso en la despedida en la puerta de mis padres Alex estaba serio, muy serio y muy avergonzado, de hecho ese mismo sentimiento me lo traspasó, estaba también avergonzada por lo que acababa de pasar y la verdad que realmente no hicimos nada, ya en casa, en mi habitación estaba confundida por tantos sentimientos hacia él, era mi primo, era mi familia y le deseaba, le quería solo para mí.
    
    El día amaneció caluroso, eran las 12 del mediodía y no paraba de pensar en Alex, sentía que a él le pasaba lo mismo, estaba segura de que lo ...
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