1. Mi jardinero


    Fecha: 20/02/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Siempre he dicho que sería una chica fiel, nunca engañaría a mi novio. ¿Por qué iba a hacerlo? Él me quiere y yo lo quiero. Me gustan otros chicos, pero nada más allá de eso. Mi novio es el único en mi vida.
    
    Ese ha sido mi argumento toda mi vida, hasta hace poco. Le fui infiel a mi novio y no me lo quito de la cabeza. No fue premeditado, ha sido solo una vez y, quizás el me haya sido infiel alguna vez. No sé qué hacer ni que pensar. ¿Se lo digo? ¿Me dejará por ponerle los cuernos? Mejor cuento como fue, para que me entendáis.
    
    Vivo en un chalet con jardín y piscina. Una vez a la semana viene el jardinero para mantener el jardín presentable. A mi novio le gusta que todo esté perfecto, la piscina, los árboles, el césped. Este jardinero, la verdad, lo mantiene todo perfecto y mi chico está muy contento con él.
    
    Esa mañana, me despertó un ruido insoportable. Mi novio, Alberto, trabaja en un banco y se marcha temprano. Mi reloj marcaba las 10:00 am. El cortacésped, pensé, mientras me tapaba la cabeza con la almohada. Me iba a costar seguir durmiendo con semejante ruido, así que decidí aprovechar la mañana haciendo cosas en casa. Me levanté de la cama y subí la persiana para que la luz entrase en la habitación. Allí estaba, nunca me había fijado. Quizás ese día mis hormonas estuviesen desatadas pero, lo veía con otros ojos. Algo había diferente, pero no sabía qué. Me había quedado embelesada. Su cuerpo, bronceado por el sol, parecía esculpido. Con un pantalón verde y su ...
    ... torso descubierto, dejaba a la vista, la buena forma física que tenía. Destacaba cada contracción muscular de sus brazos, mientras podaba los setos con una tijera enorme. El sudor recorría su espalda, como si de una figura de cera se tratase, derritiéndose con el intenso calor del sol veraniego.
    
    - ¡Buenos días! - Gritó él desde su posición. Admirando semejante ejemplar masculino, había olvidado mi situación. Nuestra habitación tiene una ventana y una puerta que dan al jardín. En esta última me encontraba yo, en bragas y con una camiseta grande, de mi novio, que uso para dormir.
    
    - Hola Alberto, dije yo, tan avergonzada, que dudo que me oyese.
    
    ¿Qué me estaba pasando? Un calor intenso recorría mi cuerpo desde mi entre pierna hasta mis pechos. Sentí un gran deseo de tocarme. Pero, en un momento de lucidez, decidí darme un baño de agua fría, a ver si se me pasaba.
    
    En el baño, hay una pequeña ventana orientada al mismo lado de la casa, al jardín. Estando bajo el agua, sin saber por qué, decidí abrir esta ventana. Ahí seguía, podando ahora uno de los árboles frutales. Decidí dejar la ventana abierta y observarlo mientras me duchaba. Notaba la humedad de mi coño cuando me pasaba la mano. ¡Que excitación! Mientras me duchaba, miraba de reojo por la ventana, lo buscaba. Podía ver como el me miraba mientras me enjabonaba. Me sentía deseada, excitada. Notaba como me comía con la mirada. Alberto, es muy tímido y formal, nunca pasaría de ahí si yo no me lanzaba. Me giré hacia la ...
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