1. No fue premeditado, pero pasó.


    Fecha: 01/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... en familia. Al salir de trabajar, en lugar de regresar a casa yo debía acudir a casa de mis suegros y allí, con ellos, esperar a mi esposa, que llegaría una vez que hubiera gestionado el cuidado de la niña con la persona a la que normalmente se lo encargamos cuando no hay otra alternativa.
    
    Me recibió mi suegra. Estaba sola, pues a su marido, un asunto de última hora le mantenía en el bufete, cosa que ni era rara ni, en aquel momento, hacía peligrar la salida programada.
    
    -Bueno ya llegarán, -dijo Lidia, que es el nombre de mi suegra- hay tiempo suficiente. ¿Quieres un café?
    
    Respondí afirmativamente mientras revisaba correos y noticias en mi teléfono móvil, sin darme cuenta de que me había quedado de pie en medio del salón.
    
    -Vale -dijo- voy a prepararlo… ¿No vas a sentarte?
    
    Continúe, ya sentado, entretenido con el teléfono mientras ella trasteaba en la cocina. No tardó en regresar, bandeja en mano, con el café, y unas pastas que dejó sobre la mesita, antes de sentarse en uno de los dos sillones contiguos al sofá en el que yo me había colocado. Después de un corto silencio y unos sorbos de café, iniciamos una conversación en base a generalidades que no tenían más propósito que el de pasar el tiempo. De una cosa pasamos a otra y así llegamos a comentar nuestras respectivas actividades físicas. A ella, le iba muy bien hacer ejercicio, me dijo, aparte de socializar le ayudaba a mantenerse en forma y paliar los efectos de la menopausia. Hasta ese momento yo apenas me ...
    ... había fijado en ella como mujer y la verdad es que entonces, al observarla mientras hablaba, me di cuenta de que tenía un aspecto bastante atractivo. Vestía traje de chaqueta, cuadro gales con falda, una blusa de color marfil y llevaba un lazo de terciopelo negro anudado al cuello; medias y zapatos de tacón medio. El pelo, teñido de rubio con mechas, lo llevaba recogido en un moño, y su piel, en la que apuntaba alguna pequeña arruga en el cuello, se veía ligeramente coloreada.
    
    -Me parece que haces muy bien dedicando parte del tiempo a esa actividad, -intervine- todos deberíamos hacer lo mismo, pero siempre encontramos excusas, cuando no es la casa es el trabajo, y la cosa nunca pasa de ser una declaración de intenciones sin recorrido alguno, en fin….
    
    -Bueno, -continuó- vosotros sois muy jóvenes y estáis bien. No quiero decir con ello que no sea necesario, porque siempre lo es, pero entiendo que tengáis otras prioridades y no necesitéis, por ahora, mejorar vuestra calidad de vida. Siempre le digo a mi marido que debería hacer algo, y ni caso me hace. Los años pasan y se nota. Ya verás.
    
    -De eso estoy seguro, y por tanto creo no tardaré en tomar alguna decisión al respecto antes de que María haga como tú y me mande a correr por el parque.
    
    La mujer se echó a reír y yo me acabé el café, que ya estaba frío.
    
    -Creo que no debes preocuparte todavía, tu aspecto se corresponde con la edad que tienes y te ves como un hombre en plenitud. Seguro que María está tan satisfecha ...