1. No fue premeditado, pero pasó.


    Fecha: 01/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... como lo estaría yo en su caso.
    
    Sonreí sin más. No estaba seguro de lo que había querido decir y la miré sin saber que decir. No hizo falta.
    
    -Estarás de acuerdo en que no es lo mismo un hombre de casi cuarenta años que uno de 60….
    
    -Claro que no, -respondí inocente- no podemos comparar la experiencia de uno y otro, las vivencias…
    
    - ¡Y las fuerzas! -zanjó- ya me entiendes…un hombre como tu tiene la fuerza, el vigor y la pasión que otros, por edad, ya no tienen. Supongo que sabes de que hablo.
    
    Y tanto que lo sabía, o lo imaginaba al menos. La señora me estaba piropeando como yo, conociéndola, nunca hubiera pensado que lo haría, y sin con ello había pretendido descolocarme lo estaba consiguiendo. Deseé que mi mujer, o su padre, aparecieran cuanto antes. La miré justo en el momento en que se puso en pie, recogió la bandeja y se fue con ella a la cocina. Enseguida regresó.
    
    -Parece que tardan -dijo a su vuelta-
    
    -Estarán al caer -respondí restando importancia-
    
    La miré de nuevo, y debo confesar que me resultó agradable. Pero seguía sin salir de mi asombro por lo que acababa de escuchar.
    
    - ¿En qué piensas?
    
    - Pues en lo que estábamos hablando, y creo que tienes razón…
    
    -Lo que yo te diga Luis. Hoy lo tienes todo de tu parte, eres guapo, fuerte y deseable pero pronto te iras dando cuenta de que el tiempo, desgraciadamente, no perdona y todo eso se desvanecerá.
    
    - ¿Así me ves? -Pregunté- guapo y demás…
    
    -Totalmente, y más que eso…
    
    No sé, tal vez la ...
    ... manera de decirlo, la manera en que me miraba y mi sorpresa por cuanto estaba pasando, contribuyeron a que, muy a mí pesar, me comenzara a excitar. Temí que se me notara.
    
    -Bueno, bueno…-acerté a decir, nervioso-
    
    -Que sí Luis, que yo sé lo que digo y lo que pienso. Y eso…-suspiró- no te lo puedo decir.
    
    Yo me quedé en silencio. Me sentía incómodo por lo que entendí era una provocación en toda regla, y por no poder evitar la sobrevenida erección que no tenía forma de disimular y de la que ella, seguro, se dio cuenta.
    
    -Voy al baño …-dije al tiempo que me ponía en pie y me colocaba de forma que no se me viera el bulto. -
    
    Apenas me había soltado el cinturón cuando ella entró
    
    -Perdona si te he incomodado, -dijo mirándome a los ojos- no debería…
    
    -Perdona tú, -respondí casi balbuceando nervioso- No sé qué me ha pasado…bueno, la conversación me ha superado. No tendría que haber pasado...
    
    - ¿Tan excitante te ha resultado lo que te he dicho?
    
    -Sí Lidia, y me siento violento, y ridículo a la vez, por no haber sabido manejar correctamente lo que no es otra cosa que una conversación de adultos. Por un momento me he confundido y he imaginado más de lo debido…
    
    Estaba muy tenso y se me notaba. Me costaba hablar y me sentía acorralado en aquel espacio limitado, a pesar del gran espejo, en el que nos veíamos reflejados, colocado para provocar una sensación de amplitud. Estaba parada frente a mí, y tras ella la taza del inodoro. A mi izquierda la puerta, y a la derecha ...