1. Nuestra obra maestra (Primera parte)


    Fecha: 07/03/2023, Categorías: Hetero Autor: JulioG, Fuente: CuentoRelatos

    ... todo mi depilado sexo, mojado por el chapuzón del agua de mi piscina y por mis jugos íntimos que me escurrían por todos mis pulcros labios rozados, cuales enseguida recogía con mis dedos medios para restregármelos a lo largo de mi vagina deseosa de ti.
    
    Estaba caliente como nunca, sí, por el caluroso día, pero principalmente era por otra cosa. Era por el momento, por ti y por aquellas miradas de todos esos espectadores mórbidos y depravados que fingían trabajar a marchas forzadas bajo tus órdenes, cuando en realidad se concentraban en mí, en mi cuerpo que se estremecía como nunca, extasiado por mis caricias.
    
    Pude ver a algunos obreros tocarse la tranca bien parada que todos mostraban sin reparo. Me encantaba, aquellos jaloneos a su miembro erecto, eran como aplausos y ovaciones ante mi acto protagónico. Agradecida, gemía de regodeo, haciendo de los mejores alardes de mi cuerpo, exhibiendo mi húmedo vestuario, dándome placer duro y fuerte con mis dedos medios que entraban y salían con rudeza de mi delicado coño estimulado con delicia, haciendo salir mi clítoris de entre mis pliegues vaginales, gozando con las caricias de mis empapados dedos masturbándome mejor que nunca.
    
    Estaba enamorada por el excitante momento. El amor era reciproco, les gustaba tanto mirarme como a mí de mostrarles hasta la más íntima parte de mi cuerpo a mis aclamados espectadores. Y tú, que ahora le dabas la espalda a tu trabajo por verme, ahí, dejando de supervisar a tus obreros sin importar que ...
    ... uno de ellos se estuviese masturbando escondido detrás de la maquinaria. Despreocupado por tu pasión de toda la vida, prefiriendo la mía. Eso era lo que más me gustaba, quitarte tu valioso tiempo para que te perdieras en mí.
    
    No pude más, era demasiado, estaba muy estimulada; relajé mis piernas, haciendo presión en mi pubis pujando un poco, pellizcándome mi clítoris desde dentro con mi par de dedos medios y por fuera con mi pulgar, haciéndome regocijarme de placer. Seguía y seguía hasta sentir como mi vagina explotaba dilatándose por completo, empapando mis manos con mi prominente y escandalosa eyaculación que escurría como dulce miel trasparente para el deleite de mi encantador público que amablemente se había hecho presente para apreciar mi obra estelar.
    
    Delicioso espectáculo (Julio G)
    
    Pasaron los días, incluso semanas hasta que pude ver otra vez a mi nueva vecina. La verdad es que los primeros días la eché en falta. Salía a mi atalaya particular, al amplio balcón de mi despacho en el que sabía que tenía total privacidad, para ver si la descubría de nuevo. Anhelaba poder contemplarla y espiarla haciendo cualquier cosa en su casa. Pero por más que esperaba, no se produjo esa situación hasta bastantes días después.
    
    La remodelación de mi edificio estaba en plena ebullición de actividad. No llevábamos mal ritmo. Estaba contento realmente. Los industriales contratados funcionaban bien. Pero un día, en la visita diaria que siempre hacía por la obra, de repente noto que ...
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