Nuestra obra maestra (Primera parte)
Fecha: 07/03/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: JulioG, Fuente: CuentoRelatos
... no hay ruido ni de la maquinaria ni de los obreros. Increíble, la actividad era casi nula.
Cuando llego a la siguiente planta veo a los operarios en el borde de la fachada mirando al exterior. -¿Qué ocurre? –Pregunto.
En eso, uno de ellos se gira y avisa a sus compañeros de mi presencia con un espasmódico gesto.
Casi todos reaccionan y vuelven a sus tareas, excepto un par que no me han visto. Me acerco hasta ellos para ver el motivo que capta su atención. Y cuando miro hacia abajo te veo ahí, junto a tu piscina, exhibiendo tu cuerpo a todas las miradas del edificio.
Por un momento casi también quedo cautivado, pero me rehago y doy instrucciones a todo el mundo para que no pare el trabajo. Una vez que me apunto un par de cosas y lo tengo todo organizado, no me lo pienso y subo las escaleras hasta mi despacho. Cierro por dentro y salgo deprisa hasta el mirador de mi balcón. Y si, aún estas ahí.
Dios, menudo espectáculo empiezo a ver. Solo con poder ver como te quitas el bikini y aparecen tus ricos senos coronados por tus oscuros pezones erectos, mi cuerpo ya reacciona. Contemplo como te acaricias, como tus manos se deslizan por tu piel mojada dándome una gran envidia, queriendo que sean mis manos las que sientan la delicia de la suavidad de tu piel. Siento como mi miembro se hincha dentro de mi ropa. Lo noto palpitar acompañando a cada una de tus caricias.
Junto mis piernas. Me pego a la barandilla de vidrio apretando mi pelvis contra ella buscando un ...
... contacto imaginando tu cuerpo aprisionado entre el vidrio y yo. Y ya cuando dejas que vea tu coño mojado y húmedo por tu excitación, contemplo como poco a poco te vas masturbando, ofreciéndome ese maravilloso espectáculo. No puedo más. Mi mano busca mi polla.
Abro mi pantalón buscándola para acariciarla. Me siento seguro de mi privacidad donde estoy. Sé que solo tú puedes verme y nadie más. Así que me dejo llevar por el momento y mis caricias empiezan a acompasarse con las tuyas.
Estamos en un momento de darnos placer a la vez, mirándonos intensamente, contemplando nuestra mutua excitación entrando en un juego de provocación y seducción de alta carga sexual.
Saco mi verga de su prisión y mi mano empieza a subir y bajar buscando mi escroto. Busco un placer inmediato. Solo deseo correrme para descargar todo el estrés y la adrenalina que llevo acumulados, pero sobre todo para que me veas cómo me has provocado. Como me has puesto con tu actuación estelar, y seguro que mis obreros estarán en situaciones similares a la mía.
Es imposible contenerme. Te veo moverte ya casi descontrolada después de la sesión de caricias. Dedos que entran y salen, pellizcos que imagino anticipan que tu deseado goce final esté cerca.
Me es irresistible no acariciarme viéndote gozar de esa manera desde mi balcón, tocándote y disfrutando. Dándome ese sensacional espectáculo de tus senos estrujados en tus manos, lleno de envidia por no poder hacerlo yo mismo, allí, en ese momento.
Quería estar ...