1. Una tarde cualquiera


    Fecha: 19/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Iba con bastante prisa, y el torpe de delante parece que está de turismo. Circulando por una calle de sentido único le iba apretando al de delante. Se le veía mayor. Cuando voy justo a una cita me suelo poner nervioso, y ese día mis tripas parecía que se iban a salir de su sitio. Tan solo me quedaban 7 minutos y llevaba ya 25 intentando aparcar, y para colmo el típico viejillo de paseo semanal con su coche trabando toda la circulación. Debería haber metido el coche en el parking según había llegado, pero por no pagar,...
    
    ¡Espera! delante del turista hay un coche que ha encendido sus luces; ¡se va!
    
    No estaba todo perdido, por fín había encontrado dónde aparcar. Hice una rápida maniobra, y salí de mi coche sin mirar a atrás. Tras consultar mi móvil … las 18:12, creo que en tres minutos, llegaré.
    
    Por fín ahí está el 43, ese es el portal. Como tenía mi móvil en llamada rápida con solo una pulsación le llamé.
    
    - Dime mi amor - escuché al otro lado de la línea - ¿has llegado ya?
    
    - Si, estoy abajo - contesté.
    
    - Sube cariño que estoy muy calentita.
    
    Mi sexo reaccionó inmediatamente, iba bastante morcillona, aunque parecía no notarse demasiado. Solo la conocía por fotos, me tenía super caliente, ya que llevaba toda la semana fantaseando con ella.
    
    Sus tetas debían ser de al menos 120, su cinturilla de avispa, sus nalgas… como me ponía su culo. Aunque no era demasiado grande, se veía espléndido. Parecía el típico cuerpo tostado en una playa Brasileña.
    
    Aunque lo ...
    ... que más me ponía era su mirada; con sus ojos de un verde intenso, muchas gatas desearían su manera de mirar. Su pelo rojizo, también me ponía caliente. ¿Harán justicia sus fotos a la realidad? ¿será de carne y hueso? ¿o me estará esperando una nueva desilusión?
    
    Tomé todo el aire que pude, como si fuera a sumergirme en el agua y bucear más de 15 metros seguidos, y empujé la puerta mientras sonaba el mec del portero automático que indicaba que desde arriba alguien estaba abriendo en ese momento.
    
    Era un portal que estaba pidiendo a gritos una reforma, sin ascensor, y con ese desagradable olor que se encuentra típicamente en los edificios antiguos. Tampoco me importó, mi calentura podía con todo aquello.
    
    Subí aquellas escaleras de dos en dos, y cuando llegaba al tercer piso, vi una puerta entreabierta que me invitaba a pasar. Tras empujarla suavemente, noté su presencia. Estaba esperándome escondida detrás de la misma. No me dió tiempo ni a dar las buenas tardes. Aquella boca sabía a fresas frescas, como si hubiera merendado recientemente. Mientras notaba como su lengua invadía la mía sin ningún pudor usó sus manos para, apretándome el culo, juntar abruptamente nuestros sexos. Mi polla pedía guerra, y creo que ella se tuvo que dar cuenta inmediatamente.
    
    Aquel morreo duró más de 3 minutos y tuve que apartarme para respirar. Ella se apartó también y tiró de mi mano cerrando la puerta a mi espalda. Entonces pude verla desde atrás. Estaba en ropa interior. Un tanga que se ...
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