Ludopatías (Capítulo 1)
Fecha: 20/03/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... a un lado, desabrochó mi bra, dejando en libertad mis senos y la humedad de mi sudor y el frio de la noche estimularon mis pezones oscuros y duros. Besó mi cuello mientras acariciaba mis pechos. La sensación de sus gruesos labios frotando mi pezón y su lengua rodeándolos se sentía tan bien. Mis caderas rotaron cuando comenzó a frotar entre mis piernas, masajeando suavemente mi clítoris por encima de mi delgado y pequeño bottom.
No me resistí apoyé la cabeza en su hombro musculoso y gemí atrevidamente en su oído. Mis párpados se agitan cuando las yemas de sus dedos se deslizan por debajo de su cintura, acariciando mis nalgas y mi entrepierna alternadamente.
Entrenador: ¿Hace cuando que no te cogen como necesitas perra? -mientras su mano entraba en mi bottom tocando directamente mis labios vaginales-.
Yo: Unos días -jadeante, mientras mi mano instintivamente buscaba su entrepierna. Podía sentir en toda su magnitud su polla en sus ajustados pantalones cortos llenando mi pequeña mano. Estaba asombrada de lo que sentía. Pero nunca mire hacia abajo para verlo por mí misma. Simplemente acaricie suavemente con mi mano de arriba a abajo mientras miraba las estrellas.
El me quitó el corto bottom. Revelando mi depilada y lampiña vulva.
Entrenador: Como buena puta ya estabas lista para coger
Yo: Es solo un hábito – mientras mis ojos recorrían el campo vacío y el estacionamiento. Fue entonces cuando me di cuenta de que las luces todavía estaban encendidas y estaba de ...
... pie casi completamente desnuda en medio del campo – las luces, apágalas-suplicante-
Entrenador: Así se van a quedar, No hay nadie en millas -se arrodilló y desató mis tacos. Luego me quitó las hermosas calcetas elásticas doradas y las espinilleras. Mis pies sentían el frio césped de cancha – Arrodíllate – dominantemente mientras se quitaba su camiseta y podía ver su tonificado cuerpo-
Yo: ¿Vas a querer que te la chupe? – suplicante, imaginándome lo nauseabunda que sería su polla por todo lo habíamos sudado-
El Entrenador se quedó quieto, en silencio por un momento. Con una mirada furiosa, haciéndome sentir intimidada.
Entrenador: Ven acá zorra “Dorada”- tomándome con fuertes brazos la cintura y me tiendo su lengua en boquita mordiéndome los labios con lujuria, Sentí mariposas en mi estómago cuando le devolví el beso. Su lengua sondeó el interior de mi boca. Lo chupé ligeramente. Lo rodeé con mis brazos; Podía sentir los músculos de su espalda. Comenzó a masajear mis nalgas, amasándolas, mientras me besaba, intentó empujarme hacia la hierba-
Yo: Espera, por favor –suplicante mientras trataba de recuperar la respiración- ¿Puedes al menos poner tu camisa en el suelo para mí? -con mi mirada llorosa -
Él solo bufó, pero me complació, extendió su camiseta sobre la hierba y la tierra, recostándome de espaldas sobre ella. Ahí estaba en medio del campo de entrenamiento acostada sobre la camiseta “Naranja”, con las rodillas flexionas y las piernas cerradas y mis manos ...