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Una cena de empresa inusual
Fecha: 22/03/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ya se iban también y que tenían el coche de Daniel, su amigo, en un aparcamiento cercano. Yo me negué e insistí en la idea de pedir un taxi, pero el joven se reiteró y me dijo que no les cogía de camino pero que entre compañeros nos teníamos que ayudar. En condiciones normales no hubiese aceptado, pero me encontraba muy pasada de copas y no me apetecía nada discutir. Héctor me dijo que esperara en la puerta de la disco que iban a por el coche, así que apuraron las copas y se fueron ambos. Yo me despedí de los que quedaban en la discoteca y les dije que cogería un taxi (no me apetecían las malas interpretaciones y las risitas el lunes en la oficina), recogí mi bolso y mi abrigo y me dirigí a la puerta. De camino noté que estaba más mareada de lo que pensaba y que me costaba andar en línea recta. Ya en la puerta me sorprendió Héctor que, viendo mi estado me sujetó rodeándome con su brazo mi cintura y llevándome a un lado donde nos apoyamos en la pared mientras venía Daniel con el coche. Mi estado de embriaguez era más del esperado y cerré los ojos y apoyé la cabeza en el hombro del chico, todo me daba vueltas. Héctor soltó una carcajada y me dijo al oído que quién iba a decirme que iba a estar agarrada al yogurín del almacén. El comentario me hizo gracia, pero solo pude responderle que muchas gracias por acercarme a mi casa mientras notada como me agarraba firmemente contra él para que no me cayese al suelo. III. Al subirme al coche le dije la dirección al otro ...
... chico y Héctor se sentó detrás conmigo, según él para sujetarme ya que estaba bastante afectada. Me tenía el brazo echado por encima y estaba recostada sobre su hombro y al poco rato noté como me acariciaba los pechos, primero tímidamente y ante mi falta de respuesta las caricias se convirtieron en algo más contundente. Notaba cómo sus dedos se clavaban en mis tetas. Abrí los ojos y le dije que parase mientras intentaba quitarme sus manos de encima. Héctor me sujetó contra él más fuerte y agarrándome una de mis manos la colocó sobre su paquete, estaba completamente empalmado. Seguimos con una especie de indeciso forcejeo, me notaba agobiada y me estaba poniendo cachonda intuyendo su polla atrapada bajo los pantalones y notando sus manos por mi cuerpo. Le decía que parase, pero sin decisión alguna. Noté como una de sus manos subía por mi pierna hasta llegar a mi coño, que en ese momento ya estaba mojado. Hizo a un lado mi tanga y con destreza introdujo completamente sus dedos índice y corazón en mi coño húmedo y apoyó su dedo pulgar sobre mi clítoris. Dejé de resistirme y sólo pude gemir mientras arqueaba mi espalda levantando un poco mi pelvis y separaba las piernas para dejarlo hacer. - “¿Has visto Daniel? Te dije que a esta putita nos la íbamos a follar porque iba caliente como una perra” -dijo Héctor mientras seguía taladrándome el coño con sus dedos y ante la mirada de Daniel por el retrovisor. Las palabras de Héctor me sorprendieron porque no era su forma de ...