1. Una cena de empresa inusual


    Fecha: 22/03/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... expresarse, era un chico muy recatado y de buenos modales. Estaba profundamente cachonda y fuera de control y no hacía más que retorcerme en el asiento y gemir. Héctor comenzó a besarme el cuello mientras seguía trabajando mi coño.
    
    - “Ahora en tu casa te vamos a dar lo que estás buscando toda la noche. Te has estado restregando y rozando con todos menos conmigo y he visto cómo me mirabas toda la noche. Ahora llega mi momento” – dijo Héctor medio susurrando.
    
    - “No vais a subir a casa de ninguna forma, no quiero comentarios de los vecinos” – dije decidida, pero entre gemidos y la respiración agitada.
    
    - “Como quieras” – respondió Héctor. “Dani, aparca junto al parque que hay a la espalda de su casa.” – ordenó con decisión.
    
    En cinco minutos estábamos aparcados cerca de mi casa. Héctor abrió el escote de mi vestido de leopardo y me sacó los pechos por encima del sujetador.
    
    - “Menudas tetas que tienes, jefa! ¿Has visto esto Dani? Pilla alguna foto, joder.” – decía Héctor.
    
    Daniel se había sacado la polla y se estaba pajeando despacio, o así lo intuía yo por sus movimientos, pero paró para coger el móvil. Mientras grababa, Héctor comenzó a morderme los pezones y aceleró el ritmo de su mano en mi coño. Me tenía cuatro dedos dentro y los metía y sacaba como si me follase con la mano. Notaba cómo estaba a punto de correrme.
    
    - “No te pares, Héctor. Sigue. Me corro.” – dije fuera de mí.
    
    Noté como todos mis músculos se tensaban y los espasmos en el interior de mi ...
    ... vagina cuando me llegó el orgasmo. Casi no podía recuperar el aliento. Tenía leves temblores en las piernas. El chico se separó de mí y se desabrochó el pantalón y bajándoselo hasta las rodillas, dejó libre una hermosa polla dura como un mástil. No era extremadamente grande pero sí gruesa y llena de venas. Aquella imagen volvió a traerme a la realidad. Héctor me agarró la cabeza y sin resistencia me llevó hasta su polla.
    
    Recorrí con mi lengua toda su herramienta parándome en su glande mientras le masajeaba los huevos. Eran grandes y me los metí en la boca para chuparlos mientras le pajeaba. Oía como suspiraba y cómo Daniel abriendo la puerta trasera del coche me levantaba el vestido hasta la cintura y lanzaba fotos con su móvil de la tremenda mamada que le estaba haciendo a su amigo.
    
    - “¡Menudo culo y menudo coño tiene tu jefa, Héctor!” – exclamó mientras comenzaba a acariciármelo con sus dedos tímidamente.
    
    Al notar sus dedos en mi coño mojado y sensible por el orgasmo que había tenido minutos antes, solté la mano de la polla de Héctor y comencé a comérsela metiéndomela entera en la boca. Sus manos apretaban mi cabeza contra su polla y apretaba su pelvis enterrándomela en la garganta hasta provocarme arcadas. Mis babas inundaban su polla y sus huevos.
    
    - “Qué bien mamas, puta. Sigue que te vas a tragar toda mi leche” – Decía mientras se reía con Daniel.
    
    Estaba muy excitada y a punto de correrme nuevamente con los dedos de Daniel en mi coño y entrando tímidamente ...
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