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Primer vez en sex shop
Fecha: 28/03/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Volviendo a casa de la universidad me sorprendió una violenta tormenta. Una de esas tormentas de verano que solo duran unos instantes pero que descargan una enorme cantidad de agua. Antes de empaparme más decidí refugiarme en el soportal de una tienda y esperar a que amainase el aguacero. Tenía la blusa pegada a la piel, tan ceñida a los pechos que estos se adivinaban al primer vistazo. Mientras intentaba recomponer un poco mi aspecto observe que al local entraban varios hombres. Todos me miraban de forma descarada antes de pasar. Aquello me violentaba un poco, pero no estaba dispuesta a ponerme de nuevo bajo el agua tan solo porque unos cuantos viejos no supieran ser un poco más discretos. En cualquier caso me llamó la atención que solamente entrasen hombres por lo que, por vez primera, eche un vistazo al lugar donde me había refugiado. La fachada estaba completamente pintada de rojo y en lo alto un cartel luminoso rezaba la palabra “Sex Shop” de forma intermitente. Ahora entendía la afluencia de público masculino. Nunca había entrado en un sitio así pero mentiría si dijese que no sentía curiosidad. El último cliente que entró había dejado la puerta un poco abierta, lo suficiente para ver un poco el interior del local. Me acerque para poder mirar un poco mejor. Varios hombres de mediana edad ojeaban revistas o películas sin mucha convicción. Otros bajaban por unas escaleras hacia un lugar que escapaba de mi vista. En esto sentí unas manos sujetarme por la cadera. Me volví ...
... sorprendida y vi a un hombre de unos 55 años, elegantemente vestido, que me miraba con una agradable sonrisa dibujada en sus labios. -¿Vas a entrar? Preguntó sin dejar de sonreír. -Ehh… dudé. No. Solo estaba intentando refugiarme de la… El hombre me interrumpió -¿Has entrado alguna vez en un sitio como este? Su naturalidad me inspiró confianza y ganas de seguir conversando con él. -No, nunca. -¿Por qué no entras conmigo? Puedes estar tranquila. A mi lado nada malo va a ocurrirte… además estos sitios no son tan malos como los pintan. Apenas un grupo de solitarios como yo buscando un poco de consuelo en revistas o películas inocentes. ¿Qué dices? Aquel vejete parecía de fiar y yo realmente tenía ganas de conocer aquel sitio. Me pareció que nunca iba a volver a tener una oportunidad como aquella por lo que acepté sin pensarlo dos veces. El hombre sonrió aun más y soltando mis caderas me ofreció su mano para que entrásemos juntos. Al otro lado de la puerta habría al menos ocho o nueve hombres mirando por las estanterías. Todos se giraron al vernos entrar, si bien todas las miradas se dirigían a mí. Sabía que tenía de nuevo la blusa pegada al cuerpo y que todos aquellos hombres podían ver a través de ella mis pezones duros como piedras. Empecé a sentirme excitada. El hombre, sin soltarme de la mano me llevo a la sección de revistas. Tuvimos que pasar entre dos hombres que no solo no se apartaron un milímetro para dejarnos pasar, si no que aprovechando la ...