Primer vez en sex shop
Fecha: 28/03/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ocasión se arrimaron un poco más a mí, haciendo que mis caderas rozasen su entrepierna.
-Fíjate, dijo mi nuevo amigo cogiendo una revista y enseñándomela. ¿has visto alguna vez una como esta?
La portada de la revista mostraba a un negro con una polla enorme que se corría a borbotones sobre la cara de una chica con gafas. Me entro la risa ante la imagen de semejante aparato. Yo había visto pollas grandes, y no solamente las había visto si no que había disfrutado mucho de ellas pero lo cierto es que como aquella nunca antes había visto.
-¿Es de verdad? se me ocurrió preguntar.
El hombre soltó una carcajada, que secundaron por lo bajini el resto de hombres que habían empezado a rodearme discretamente.
-Claro que es de verdad hija. Y si no que se lo pregunten a la chica que está al lado. Ya he visto la revista y te puedo asegurar que la muy puta disfruta de lo lindo.
Me hizo gracia escuchar aquella expresión tan soez de boca de un hombre tan educado y no pude evitar que se me escapara un hilillo de risa tonta. Para confirmar sus palabras el hombre abrió la revista y comenzó a pasar página tras página. El negro, después de disfrutar de una estupenda mamada envestía a la mujer, ora por el coño, ora por el culo y, efectivamente, la mujer parecía disfrutar de lo lindo. Aquellas fotos y la sensación de tantos ojos observándome, hacía que subiese mi temperatura corporal.
En aquel momento un hombre subió por las escaleras que ya antes había visto. Parecía que se ...
... iba a marchar pero al girar la cabeza y verme a mí, una chiquilla de 19 años completamente empapada y rodeada de hombres que cada vez se me acercaban con menos disimulo, decidió quedarse y unirse al grupo. Me decidí a preguntar al viejo.
-¿y aquellas escaleras? ¿Dónde conducen?
-¿quieres verlo? Digamos que aquello es el paraíso de los pornógrafos, dijo riendo. Ven, te lo enseñaré.
El hombre me invitó a pasar delante de él pero esta vez soltó mi mano y me empujo levemente en la espalda. Después dejo caer su mano hasta mi culo y así me acompañó por entre el grupo de hombres que hicieron un pasillo para que pudiéramos pasar. No todos se limitaban a mirar, algunos habían empezado a manosearse la entrepierna sin ningún disimulo. Podían adivinarse sus penes firmes bajo el pantalón. Mientras caminábamos el señor subía ligeramente la mano, arrastrando con ella la tela de mi falda y dejando cada vez más al descubierto la parte de debajo de mi culo. Llevaba un tanga minúsculo por lo que mis nalgas podían verse en todo su esplendor. Baje yo delante pero podía adivinar que todos aquellos tíos bajaban detrás, dispuestos a no perderse nada de lo que pudiera ocurrir allí abajo. El lugar no tenía casi iluminación, amén de unas débiles luces rojas que emitían algunas pequeñas bombillas distribuidas por el techo. Aun no se me habían acostumbrado los ojos a aquella oscuridad pero podía adivinar la figura de un buen grupo de hombres deambulando por ahí. El olor era muy cargado, más que el ...