1. Primer vez en sex shop


    Fecha: 28/03/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tercero y cogiéndome de la nuca empujo mi cara contra la verga del viejo que, al notar ángulo recto en mi garganta comenzó a moverse violentamente, penetrando mi boca hasta casi rozar mi campanilla con su glande. El viejo aceleró el ritmo por lo que supuse que se iba a correr. No me apetecía tragármelo pero el otro tipo me sujetaba de la nuca con tal fuerza que no me quedaba otra. Por fin note como la polla del viejo se inflaba y desinflaba como un corazón latiendo. Segundos después llegó la corrida. Intenté tragar todo lo rápido que pude pero el viejo parecía no tener fin. Cuando por fin saco la polla de mi boca tenía la sensación de haber tragado un litro de semen. No tardo en entrar otro hombre y ocupar el lugar del abuelo que le dejo su sitio sin objetar nada. Este tenía la polla bastante grande y tampoco se ando por las ramas. Cogió mi cara con ambas manos y, apuntando directamente a mi boca me hizo tragármela entera. Entraron algunos hombres más que buscaron cualquier hueco de mi piel para tocarme, pellizcarme sin piedad o rozar su sexo contra mi cara o cualquier otro lugar de ...
    ... mi cuerpo que quedase libre. Enseguida tuve la cara rodeada de pollas que me golpeaban o intentaban colarse en mi boca, sin molestarles que unas se tocasen con las otras. Tal eran sus ganas de penetrarme que algunos, no pudiendo aguantar se corrían en mi cara llenándola de leche calentita que me resbalaba por las mejillas o se enredaba en mi pelo. Empecé a agarrar pollas a lo loco, intentando chupar todas y cada una de ellas para que ninguno se quedase sin su ración mientras decenas de manos estrujaban mis tetas y otras tantas se abrían paso entre mis piernas para penetrarme con los dedos. Creo que llegue a tener metidos dedos de al menos tres tíos diferentes. Entraban y salían sin ninguna delicadeza haciendo que me debatiese entre el dolor y el placer. Una sensación que me encanta. Cada vez estaba más llena de lefa. Notaba mi cara completamente cubierta y me eche a reír. Algún tío me pregunto por el motivo de mi risa y yo le contesté que me parecía irónico… pensar que había entrado en aquel sitio para resguardarme de la lluvia y mira… todos rieron mientras seguían corriéndose sobre mi. 
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