1. Haciendo amigas nuevas


    Fecha: 31/03/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Edu y Pam, Fuente: CuentoRelatos

    ... Entonces levantó la falda hasta tu cadera, dejando al descubierto tus glúteos en buena parte y se inclinó para besarlos y empezar a pasar su lengua entre ellos. Tú te inclinaste sobre el lavabo, levantaste tu cadera y te dejaste llevar por sus caricias.
    
    Sus manos separaban tus nalgas y ella enterraba su cara para lamerte toda, desde tu clítoris, la entrada de tu vagina y tu culito, que al sentir el contacto de su lengua, se contraía instintivamente provocando en ti gemidos de gozo y deseo. Inclinada como estabas, estabas totalmente expuesta a sus caricias y no tardó en mojar sus dedos con su saliva para hacer presión y meterlos en tu vagina, mientras seguía lamiendo y succionando tu culito. Eso te excitaba mucho, junto con el hecho de que ya levaban rato allí sin ser interrumpidas. Todo ello hacía que las sensaciones en ti se fueran incrementando y en poco tiempo le regalaste un orgasmo intenso, mojándole la cara y la mano que te penetraba ya con ritmo fuerte, mientras tu acallabas tus gemidos y ella te decía que le gustaba hacerte suya y que quería más contigo.
    
    Conforme fueron cediendo tus espasmos, empezaste a acomodar tu ropa, lavarse manos y cara, retocar maquillaje y ella te preguntó si te gustaría seguir más tarde, al terminar la comida y le decías que sí. Que la podías invitar a nuestra casa para que estuvieran más cómodas y libres para pasar la tarde noche sin interrupciones. Antes de salir al comedor, te tomó de la cara y te plantó un breve pero atrevido beso ...
    ... en la boca.
    
    Al terminar la comida se despedían de todos rápidamente, tomaban sus cosas y ella te decía que traía coche, y tú le decías que sí te ibas con ella, ya que el plan original era que yo pasaría por ti, pero que me ibas a avisar que tu llegarías a la casa por tu cuenta.
    
    Subían al auto y, mientras la ibas guiando hacia nuestra casa, salían algunas preguntas generales sobre ustedes. Ella te decía que era soltera, con una relación de ya cuatro años con un novio medio formal, y que aún no tenía hijos. Tú le decías que estábamos casados y vivíamos solos los dos, ya que las hijas ya vivían aparte.
    
    En un semáforo, ella se volteó hacia ti, jalándote para darte un beso rico e intenso y luego continuar la marcha. Mientras ella conducía, puso su mano en tu muslo y empezaba a acariciarlo hasta llegar a tu entrepierna, comenzando a rozar tus labios vaginales y el monte de venus. Le abriste las piernas para dejarle hacer y mientras tu tocabas su brazo, su cuerpo e incursionabas un poco en sus senos, por encima de la ropa, aprovechando que la noche ya había caído en la ciudad. Te decía que le gustaba que no te hubieras puesto tu ropa interior de nuevo y estuvieras así todo ese rato. En otro semáforo volvían a besarse y al arrancar ella te daba a probar sus dedos impregnados de tu sabor, que te apurabas a chuparlos y lamerlos con mucha dedicación y esmero.
    
    No tardó en tratar de penetrarte, pero no era lo más conveniente, así que te pidió que te quitaras el brasier y le ...
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