1. Cerezas


    Fecha: 02/04/2023, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi mujer. Gózalo y hazle gozar a ella.
    
    Se hizo a un lado, puso un gel transparente en mi cipote (aprovechando para sobarlo bien sobado), separo los cachetes de Luisa y dijo:
    
    Pon la punta contra el ojete. Así. Aprieta, lentamente, no hagas nada, esta yegua viciosa se empala ella sola.
    
    Así era. Poco a poco con un pequeño vaivén, Luisa se iba empalando en mi nabo. Hasta que con un movimiento final su culo voraz, se comió toda mi verga.
    
    ¡Aaah! Que bien por fin todo tu vergón dentro de mí, ahora dame bien dado, rómpeme el culo, ¡a lo bestia! Me encanta sentir todo tu vergón dentro de mí. Fuerte, fuerte, dale sin miedo, que no me rompo. ¡Me encanta que me enculen.! ¡Destrozame! Hazme tuya para siempre, pichón ¡Méteme hasta los huevos! Miguel tu ven aquí que te la chupe. No quiero que te aburras.
    
    Miguel se puso delante de ella, mirándome a mí y Luisa chupaba su tranca con fruición. Yo no me hice de rogar. Como un caballo desbocado enculaba, enculaba y enculaba. ¡Qué placer, aquel enorme, firme y acogedor culazo todo mío! Yo lo ensartaba con autentica violencia, embestía como un toro joven, ¡A ciegas! ¡Con ira! Pensaba que Luisa se iba a quejar, pero la mujerona aquella lo único que hacia era pedir más y más. Ella añadía a mi violencia con firmes movimientos de sus caderas, empalándose hasta la empuñadura, chocando violentamente con mi pelvis. Yo enloquecí, empece a dar azotes en aquellos carrillos gloriosos hasta tornarlos rojo cereza, tiraba de su pelo, ...
    ... inclinándome sobre ella atrapé los pechazos en mis manos y los estrujaba sin piedad; besaba y mordisqueaba su nuca y todo eso mientras invadía su recto y mi polla maceraba su culo y horadaba sus entrañas. Perdido todo el control, la ensarté y ensarté con gritos y risas hasta que con un aullido de placer, caí agotado, exhausto, jadeando sin respiración a su lado.
    
    ¡Joder con Alberto! –dijo Luisa- parecía tan tímido y modosito y se me ha follado a lo bestia. ¡Cómo me has dejado el culo, cabrón!
    
    Yo empecé a murmurar unas disculpas, pero Luisa me interrumpió.
    
    Que no, tonto. Que no son quejas, que me has dado muchisimo gusto. Espero que te lo hayas pasado muy bien y ya sabes -hizo un gesto con la mano abarcando la habitación- esta es tu casa y –señalando con su dedo a su glorioso trasero- este es tu culo. Puedes usar los dos cuando quieras y... cuanto quieras.
    
    Levantándose, me besó en la boca y después, jugueteo, pasándome los pechazos por la cara, metiéndome los pezones en la boca. Enseguida vino Miguel con unos pañitos húmedos con los que nos limpiamos. Nos dimos otro chapuzón en la piscina y, sentados al sol, bebimos como camellos sedientos.
    
    Después de vestirme empecé a despedirme.
    
    No sé como agradeceros el día tan fantástico que me habéis dado. No recuerdo habérmelo pasado tan bien nunca. Luisa eres una maravilla, espero poder gozar contigo otra vez muy pronto. Y tu Miguel.. No se como agradecerte tu generosidad compartiendo tu mujer.
    
    Mira si quieres agradecer ¿Qué ...