1. Amor más alla de la muerte


    Fecha: 04/04/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de que no estaba. «Mi noviecita nunca podría hacerme esto. Ella es el amor más grande de mi vida»
    
    Iba preparándose para salir cuando escuchó que la manija de la puerta era torcida, indicando que alguien entraba. Rápidamente se escondió debajo del escritorio y rogó a su mala suerte que esta vez le fallara y el que acababa de entrar no usara el computador.
    
    -Uuuu… Doctor…- escuchó en medio de risitas a los invitados.
    
    -¿Lista para tu chequeo?- escuchó preguntar al doc.
    
    -Dámelo, me muero por tenerlo.
    
    «Esa voz…» pensó Mijaíl. Después de esto escuchó las telas desprenderse de los cuerpos y el roce de pieles mientras unos sonoros besos inundaban la sala. De repente escuchó una bragueta bajarse y el sonido de las rodillas de alguien situándose en el piso.
    
    -Todo esto para mí- dijo la voz familiar-. No podría desear nada más.
    
    Asomó los ojos para ver si tenía alguna posibilidad de escapar, pero estaban justo tapando la entrada. La imagen que lo recibió era totalmente inverosímil: La secretaria suplente sin camisa ni brasier (solo en la minifalda con la que iba al trabajo) chupando como si fuera una golosina el miembro viril del Dr. Arraut. Movía su cabeza de adelante hacia atrás como una posesa mientras el doc oprimía su cabeza con su gran mano. Esto dejó impactado a Mijaíl, quien empezó a tener una erección un tanto grande.
    
    -¿Disfrutas lo que ves?- Mijaíl se puso nervioso pues pensaba que la pregunta era para él, pero antes de que se levantara abatido para ...
    ... recibir su castigo, el doctor respondió:
    
    -Sí, me encanta.
    
    Eso alivió de una manera inimaginable a Mijaíl, quien se alegró de poder seguir viendo el espectáculo que tenían esos dos.
    
    -¿Y tú Mijaíl?¿Disfrutas la vista?- esta pregunta descolocó más al Dr. Arraut que a Mijaíl, que volteó hacia donde de repente había volteado a mirar la secretaria, que por cierto, se llama Clara.
    
    -¿Mijaíl?- dijo el doctor poniéndose los pantalones y acercándose al escritorio.
    
    Mijaíl se intentó ocultar debajo del escritorio, pero este lo vio claramente. Lo cogió del brazo y lo sacó con una facilidad que asustaba. El doctor, envenenado en furia, golpeó en el estómago a Mijaíl el cual cayó al suelo retorciéndose de dolor.
    
    -¡¿Qué haces en mi consultorio, imbécil?!- gritó Edouard fuera de sí y antes de que pudiese volver a atinarle un golpe, Mijaíl se intentó zafar de todas las maneras, pero no tuvo otra opción que enterrarle un lapicero, que había cogido del escritorio antes de ser descubierto, en el cuello.
    
    La sangre brotaba por montones manchando a Mijaíl y todo el suelo, que estaba tapizado para más inri. Los ojos llenos de terror del doctor miraban fijamente a Mijaíl. Intentó sostenerse de Mijaíl, pero este se movió, haciendo que el doc cayera al suelo e intentara gritar, pero por fin la suerte estuvo del lado de Mijaíl, y no pudo gritar.
    
    Mijaíl, lleno de terror por lo que había hecho, miró a Clara, la cual estaba boquiabierta, pero sin decir ninguna palabra. Se puso de pie y fue ...