1. Las dos primeras veces es culpa de ella, la tercera es tuya


    Fecha: 08/04/2023, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    Hay varios dichos populares que reflejan el estado de la persona que se duele como un todo. Me viene a la memoria uno que reza “Cuando uno anda de culo hasta las bolas arrastra”. Pareciera que la afectividad, herida profundamente, adquiere la capacidad de retorcer los intestinos, atenazar el corazón, secar la boca, humedecer los ojos, hacer arder el estómago, dificultar la respiración y otras múltiples sensaciones desagradables.
    
    El humano es el eterno solicitante de nuevas oportunidades cuando algo le sale mal o comete un error, y creo que de esto nadie se salva por lo cual, la posibilidad de enmendar un yerro, debiera estar al alcance de todos.
    
    Tenía 28 años cuando conocí a Julia con 20 de edad. Quedé prendado de esta mujercita preciosa, muy femenina y con el recato de quien, sabiendo lo que es y lo que tiene, no necesita exhibir ni resaltar su aspecto para resultar muy atrayente. Al tercer año de conocimiento y noviazgo nos casamos, habiendo cumplido hace poco el séptimo aniversario de nuestra boda. Me llamo Pedro, soy ingeniero informático y llevo ocho años en una empresa a cargo del mantenimiento de su sistema.
    
    Dos años atrás mi señora quedó sin trabajo porque el negocio dónde se desempeñaba cerró. Aprovechando mi trato cordial con gente de recursos humanos de la empresa les pedí que si se producía alguna vacante tuvieran en cuenta a mi mujer. Al tiempo ella pudo ingresar y acordamos, ellos y nosotros, mantener en reserva la relación matrimonial para evitar ...
    ... comentarios maliciosos. Y así se cumplió.
    
    Parte de mi trabajo consiste en controlar el funcionamiento de las cámaras de seguridad que se monitorean desde un local, de acceso restringido, ubicado en planta baja. El lugar de trabajo de Julia es un salón con varias mesas para ocho o diez empleados y un cubículo cerrado ocupado por el jefe del sector. Dos meses atrás estaba mirando la pantalla que controla ese espacio cuando veo al jefe salir de su despacho y dirigirse al escritorio que está al costado del de mi mujer. Si bien hablaba con quien ocupaba ese lugar su mirada estaba dirigida hacia mi esposa, y por lo que se podía ver, ella no ignoraba eso, ya que retirando su silla hacia atrás giró en dirección hacia el observador y llevando el ruedo de su vestido hasta las rodillas separó levemente las piernas, volviendo a la normalidad cuando el beneficiado por el espectáculo se mordió el labio inferior.
    
    Desde luego que dentro de mí todo se desarregló. Buscando quizá disminuir mi dolor me dije que probablemente era un simple coqueteo.
    
    Si bien no tengo horarios fijos porque debo estar disponible todo el tiempo, a partir de lo visto, incrementé la frecuencia y duración de mi presencia dentro del horario laboral sin que Julia lo supiera. Uno de esos días desde el centro de monitoreo observo que el galán se acerca a la mesa de la galanteada cruzando pocas palabras. Ahí tomé el teléfono y la llamé, observándola en pantalla.
    
    - “Hola Julia, justo tengo que ir a la empresa, te busco ...
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