Las dos primeras veces es culpa de ella, la tercera es tuya
Fecha: 08/04/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... entrar. En una de las entradas, habiendo llegado al final, continué con empujes como si pretendiera sobrepasar el límite de nuestras pelvis unidas. Y ahí la escuché
- “Así, así, jor… mi amor”
Quedé paralizado. De golpe ingresó a mi organismo la multitud de sensaciones espantosas, todas contenidas en un dolor generalizado que partiendo de la coronilla llegaba a la punta de los pies.
Por alguna causa, ciertamente milagrosa, me repuse de inmediato sin que mi cara reflejara nada. Empuje dos veces más y cuando mi pija, otrora erguida y altiva, era un pedacito de carne deforme y arrugado, que ni siquiera tapaba la entrada de la vagina, me levanté. Con parsimonia y evitando todo contacto quedé acostado boca arriba a su lado. Ella, en la misma postura que yo, sin mirarme y con voz temblorosa, apenas audible, nuevamente habló
- “Qué pasó.”
- “No sé, súbitamente sentí asco, náuseas y despareció la excitación.”
- “Será porque te dije mi amor?
- “Difícil, esa expresión no provoca malestar sino alegría y orgullo.”
- “Dejá que yo me encargo, empecemos de nuevo.”
- “Te agradezco pero no me toques. Me siento mal. Hasta que me reponga conviene que duermas en la pieza de huéspedes.”
- “¡Pero por qué te sentís tan mal!”
- “Ojalá lo supiera, porque así le pondría remedio”
El Jorge no nombrado era su jefe. A partir de ese momento nuestra intimidad se redujo al saludo diario.
Oportunidad concedida desperdiciada.
Esperé unos días para recién pensar el tema ...
... con algo de tranquilidad, y luego de barajar varias hipótesis, concluí que no había vuelta, que era ilusorio sanar las heridas. Llamé a alguien entendido.
A pesar de no ser lo usual logré que el abogado consiguiera hacer la entrega de la comunicación oficial de inicio del juicio de divorcio en el trabajo, coordinando día y horario aproximado, haciéndomelo saber con antelación.
El día indicado estuve buena parte de la mañana en la sala de control de cámaras y pude ver cuando en el mostrador de recepción le entregaban una hoja firmando otra en devolución. Por la palidez de su cara y las facciones desencajadas me imaginé el contenido. Estaba mirando el temblor de las manos al tomar el teléfono y llamar cuando sonó el mío, era ella.
- “Hola Julia.”
- “Dónde estás?”
- “Trabajando”
- “Voy para casa, necesito hablar urgente con vos. Podrás ir?
- “En una media hora estoy.”
En realidad en quince minutos podría haber llegado pero primero deseaba ver el encuentro con su galán. Tomó chaqueta, cartera y con paso rápido, llevando en la mano el papel recibido, se dirigió al cubículo de su jefe entrando sin detenerse en la puerta. Salieron a los dos minutos y siguiéndolos por cámara vi que salían en el auto de él.
Cuando llegué a casa la encontré sentada a la mesa del comedor, con la cabeza entre las manos, el papel delante y llorando. Sin decir una palabra me senté en frente.
- “Qué es esto?”
- “A ver, es la comunicación oficial del juzgado diciéndote que he ...