Las dos primeras veces es culpa de ella, la tercera es tuya
Fecha: 08/04/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... y tomamos un café?”
- “Qué lástima, ahora no puedo porque tengo una reunión con Jorge.”
- “Algo me estoy perdiendo, quién es Jorge.”
- “Pedro, es mi jefe. No me digas que no lo sabías.”
- “La verdad es que no. No conozco el nombre de todos los que trabajan allí. Otra vez será.”
Por supuesto seguí mi vigilancia pues permaneció en su asiento aunque habiendo tomado cartera y chaqueta. Al ver que su superior salía en dirección al ascensor ella se levantó entrando juntos a la cabina. Evidentemente pensaban salir, así que dejé mi puesto de vigilancia y me aposté frente a la puerta por donde debían aparecer. Pocos segundos pasaron hasta que nos encontramos frente a frente, él tomándola de la cintura para hacerla salir pero sin soltarla después.
Siguiendo la vieja costumbre no dimos muestras de conocernos pero su repentina palidez la puso en evidencia. Tomé el ascensor a cualquier piso, entré en cualquier oficina y me senté en cualquier lado simulando trabajar en mi portátil. No habían pasado cinco minutos cuando sonó el celular.
- “Hola Julia.”
- “Quería decirte que se aplazó la reunión y estoy lista para un café.”
- “Qué lástima, ahora no puedo porque estoy viendo un equipo que está en dificultades. No sé la hora en que llegaré a casa.”
Ni yo pedí explicaciones ni ella me las dio
Primera oportunidad concedida.
En los diez días siguientes nada sucedió que indicara continuación de lo visto. Ello me llevó a pensar que un oportuno arrepentimiento ...
... volvería las cosas a su cauce habitual así que mi hosquedad cedió paso a un lento incremento de la intimidad.
Una noche en que la excitación nos había dominado a Julia y a mí, cosa que se venía gestando desde la cena, hicimos una prolongada sesión previa de caricias y besos con una corrida de ella. Cuando su boca buscó mi pija me entregué al placer sin saber lo que me esperaba. No exagero diciendo que en lugar de una felación me hizo un tratamiento de extracción de esperma. La delicadeza de sus manos pasando el miembro por su cara, los besos amorosos desde el glande a los testículos ida y vuelta, labios y lengua concentrados en saborear la cabeza de un solo ojo, todo eso me produjo una corrida donde creí que largaba hasta el aire de los pulmones. Por supuesto que traté de corresponderle y su orgasmo fue escandaloso, pero estoy seguro que mi estimulación fue sensiblemente inferior a la de ella.
Cosa rara me repuse más rápido que otras veces. Al ver mi miembro de nuevo en condiciones adoptó su postura favorita, de espaldas, con las piernas en mis hombros y sus manos separando los labios. Teniendo el glande adentro me tomó de la cintura. Mirando cada uno a los ojos del otro, parecíamos esperar la señal para yo llenarla y ella sentirse llena. La bajada de sus párpados me indicó que había llegado el momento. De un solo golpe entré hasta el fondo sintiendo sus uñas clavarse en mi espalda. Los gemidos, indicándome el placer que sentía, dispararon el pausado movimiento de salir y ...