Esperábamos algo más
Fecha: 12/04/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
Llegó a nuestros oídos, que había un lugar, en el centro de la ciudad, que era frecuentado por parejas que buscaban tener experiencias sexuales con otras parejas. No sabíamos bien de qué se trataba, pero nos dimos a la tarea de averiguar dónde quedaba el sitio e irlo a visitar para echar una mirada. Y, preguntando aquí y allá, finalmente, conseguimos una dirección y, después de pensarlo una y otra vez, por fin decidimos ir allí para ver con qué nos encontrábamos.
Cuando llegamos al sitio, nos encontramos con un edificio de apartamentos. Al ingresar, en el primer piso, había una especie de recepción, adaptado a manera de bar, donde las parejas se reunían y, después de tomar unos tragos, charlar y ponerse de acuerdo, pagaban por una habitación para dar rienda suelta a sus aventuras. Aquel viernes, cuando llegamos allí, tan solo había tres parejas en lugar. Dos de ellas compartían una mesa y otra, situada distante de las anteriores, parecía estar sola en el mismo plan nuestro, o sea, a la expectativa de enganchar con alguna otra pareja.
Nos sentamos en la barra, pedimos unos cocteles y nos dedicamos a chequear lo que allí pasaba, que, en aquel momento, no era mucho. Las dos parejas que estaban reunidas, charlaban, reían estruendosamente y parecía que la estaban pasando muy bien. La otra pareja, continuaba sola en una mesa y, nosotros, situados en la barra del bar, veíamos lo que pasaba a nuestro alrededor y escuchábamos la música que ambientaba el sitio.
Serían las ...
... diez de la noche o un poco más, cuando las dos parejas, con alboroto y muy efusivas, se levantaron de la mesa y subieron las escaleras, quizá dirigiéndose hacia la habitación que les alojaría para desatar sus deseos. Nosotros, por el contrario, estábamos muy callados, tan solo expectantes de los acontecimientos. Poco después que las parejas habían salido de allí, la mujer que hacía parte de la única pareja en el recinto, se acercó a nosotros y entabló conversación con mi mujer.
Después de presentarse, le preguntó a ella ¿qué hacíamos allí? Vinimos a conocer, dijo mi esposa. Nos enteramos que este lugar es frecuentado por parejas que buscan compartir sexualmente con otras parejas, así que nos asaltó la curiosidad y vinimos para saber cómo funciona el asunto. ¿Están esperando a alguien? preguntó aquella mujer. No, dijo mi esposa. Pensamos que, siendo viernes, el lugar estaría más concurrido. Tal vez, por la hora, todavía está un poco sólo, dijo la mujer. Y ustedes, preguntó mi esposa, ¿esperan a alguien? No, dijo ella, al igual que ustedes, vinimos a echar una mirada.
¿Les gustaría acompañarnos? preguntó ella. Pues, sí, ¿por qué no? Contestó mi esposa. Reunámonos entonces, dijo la mujer. Y, diciendo y haciendo, la seguimos hasta la mesa donde estaban sentados. Y, por supuesto, vinieron las presentaciones. Buenas noches, gusto en conocerlos. Yo soy Fernando y ella es Laura, les dijimos. Buenas noches, ella es Magda y yo soy Alberto. Siéntense, por favor. Y así, después de ...