1. Esperábamos algo más


    Fecha: 12/04/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... enfrentarme sola a este tipo de situaciones, así que él me apoya y me acompaña. Él siempre está ahí, por si algo llegara a presentarse.
    
    Y ustedes, siendo casados, ¿por qué necesitan buscar este tipo de aventuras? Bueno, dije yo, nos casamos muy jóvenes y creo que dejamos de vivir experiencias que ahora queremos, o nos llama la atención explorar. Por ejemplo, verificar que podemos relacionarnos sexualmente con otros sin que eso signifique, necesariamente, que nuestro matrimonio ande mal o que no nos entendamos, o que a ella le falte algo. Quizá también para ganar más seguridad y conocer cómo reaccionamos en esos temas, pues al haber evitado esas experiencias en la juventud y tener hijos siendo muy jóvenes, de alguna manera nos restringimos y dejamos de experimentar, de algún modo. Al final, calmar fiebre y hacer lo que todo el mundo ha hecho.
    
    ¿Cómo qué? preguntó Alberto. Bueno, pues tener sexo con personas diferentes a la pareja habitual, por ejemplo, o tener el valor para compartir sexualmente con amigos de confianza, explorar el sexo hombre-mujer-hombre, mujer-hombre-mujer, experimentar una orgía y qué se yo qué cosas más. A ella le atraen los hombres de color, por ejemplo, y, de alguna manera, dar el primer paso costó un poco de trabajo. Y ¿por qué? preguntó él. No sé, respondió ella. Siempre me he sentido atraída por los hombres de color, pero a la hora de escoger pareja, jamás pensé en uno de ellos como novio o esposo.
    
    Ella solo los busca para tener sexo, ...
    ... apunté yo. Pues sí, dijo ella. Y ¿qué te gusta de ellos? preguntó Magda. Los encuentro muy vigorosos y activos. No sé, con ellos he tenido sensaciones únicas y ha sido muy especial. Son aguantadores y, si estas con ellos, de seguro vas a tener sexo dos, tres o más veces en cada encuentro. O sea que yo no te daría la talla, dijo Alberto. No he dicho eso. Ustedes preguntaron y yo contesté. Cada situación es diferente. Y ¿cómo enganchas con ellos? Bailando, respondió ella. Con el solo hecho de ver la coordinación en sus movimientos, el ritmo que llevan y su expresión corporal, yo ya sé si valen la pena como pareja.
    
    Y así, hablando de esto y de lo otro, pasaron los minutos. Las mujeres se retiraron con la excusa de ir al baño y nos dejaron solos por un rato. Alberto me contó que Magda era una buena mujer, muy abierta y espontánea, que eran amigos y trataban de comprometerse como pareja, pero que se estaban dando tiempo para calmar todas sus inquietudes y que, más adelante, si las cosas se daban, ya se conocieran bien el uno al otro.
    
    Al rato llegaron ellas, muy animadas, y sin derecho a réplica, nos informaron que ya había una habitación disponible y que, en lugar de hablar tanta cháchara, lo mejor era que nos conociéramos un poco más. Yo estoy de acuerdo, dijo Alberto. Bueno, pues yo también, dije, ¿acaso tengo elección? Así que nos levantamos de la mesa y las seguimos, pues ellas no habían ido al baño como habían dicho, sino que habían ido a inspeccionar las habitaciones para ...
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