1. Un día de ensueño


    Fecha: 12/04/2023, Categorías: Transexuales Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos

    ... bien aquella frase y Daniel estaba sobre mi, besándome apasionadamente, pasando sus manos por todo mi cuerpo, por debajo del vestido, cuando no me besaba me olía, aquel perfume le encantaba.
    
    Yo me sentía desfallecer en sus brazos, también lo abrazaba y lo besaba con ansias, me encantaba sentir sus manos jugando entre mis nalgas tratando de abrirse camino por la tanga. Mis manos acariciaban su espalda ancha y de forma magnética una de mis manos se dirigía a su entrepierna.
    
    Fuimos al sofá, afortunadamente lo acababa yo de limpiar, delicadamente me recosté y él se posó arriba mío, los besos siguieron, en la boca, en el cuello, en los hombros. Sus manos buscaban sacarme la tanga para tener libre el camino, una vez que lo logró me incorporé y le desabroche el pantalón para liberar ese pedazo de carne morena que tanto me encantaba, una vez la tuve en mis manos comencé a masajearla suavemente.
    
    -Te gusta putita? Mámamela como solo tú sabes.
    
    -Sí papito, eso quiero, me encanta tu verga.
    
    Me metí el glande a la boca, me encantaba su sabor, aún no estaba al cien su erección pero yo me estaba encargando de que pronto lo estuviera.
    
    Me encantaba chupar esa verga, dura, venosa, curveada. Me enloquecía su sabor y su olor, y los gemidos de mi hombre cada que succionaba su palo me ponían aún más caliente.
    
    -Ahora me toca a mí -balbuceó Daniel.
    
    Tirada sobre el sofá, con el vestido maltrecho y sin tanga me dejé hacer por mi hombre, besó mi pene que en dimensiones era ...
    ... bastante más chico que el suyo. Le encantaba poder devorarme depilada, muchas veces me comentó que eso le parecía sexy. Daniel pasaba de mi pene a mis testículos y de los testículos a mi cavidad anal. Aquellas caricias eran un torrente de sensaciones.
    
    Después de comerme el culo por unos minutos se puso de pie, y de un pequeño buró sacó un paquete de condones, rápido se puso uno, y yo por inercia me puse en cuatro puntos para convertirme en su perrita.
    
    Mientras se colocaba detrás de mí hubo silencio, los dos sabíamos lo que venía. De repente sentí la punta de su palo en mi entrada, apreté los dientes y Daniel empujó con fuerza, mis piernas temblaron por un instante pero aguanté su primera embestida.
    
    Daniel comenzó a moverse lentamente permitiendo que mi culo se acoplara a su verga y poco a poco fue acelerando el ritmo, me tomó de pelo y lo jalaba mientras me cogía a placer, después comenzó a acelerar el ritmo, sabíamos que no tardaría mucho en venirse, me tomó fuerte de las caderas y no paró hasta descargar toda su leche.
    
    Nos tumbamos en el sillón y descansamos unos minutos.
    
    -Quieres cambiarte de nuevo? -Dijo Daniel para romper el silencio.
    
    -No, al rato, ahorita estoy bien. Deja ir a preparar el desayuno.
    
    Me puse de pie, me acomodé el vestido, busqué una de las zapatillas que había perdido en la batalla, pero ya no me puse la tanga.
    
    Fui a la cocina y me puse un pequeño delantal blanco, involuntariamente tenia look de mucama, cosa que no nos desagradó ni a ...
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