1. Esa noche era mía, yo era la luna y ellos mis estrellas.


    Fecha: 14/04/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: kenaya, Fuente: RelatosEróticos

    ... sentía mi humedad, mi calor, mi palpitar.
    
    El ruido del claxon del vehículo de detrás nos devolvió a la realidad pero no hizo falta que retirarse su mano de mí para cambiar de marcha ya que el coche era automático, aprovechó el acelerón para retirar a un lado el body y meterme el dedo en vagina, deslizándolo por las paredes.
    
    Mi cuerpo se estremeció y puse mi mano sobre su paquete, aquello se estaba poniendo duro…
    
    Aparcamos en el lugar indicado, en el fondo de la cuesta y esperamos a que se apagasen las luces de cruce.
    
    Allí ya había tres coches más, con ocupantes expectantes y ganas de jugar.
    
    Rocé los labios de mi pareja con los míos y un escalofrío nos recorrió el cuerpo. Sentía cómo su respiración se adueñaba de mi aliento, nuestras miradas se deseaban y pronto nos acaloramos. Nos comimos hasta deshacernos los labios. Nos quitamos las chaquetas.
    
    Él comenzó a comerme el cuello bajando a lametones y mordiscos hasta mis pechos. Me bajó la tira del body, acarició mi areola con sus labios, sacó su lengua y dibujó círculos con ella, acto seguido me succionó el pezón con tal intensidad que se me pusieron duros como piedras.
    
    Mis manos comenzaron a buscar su pene, se desabrochó el pantalón y bajó los bóxer azul marino. Comencé a hacerle una paja pero pronto quise lamerle asique me dispuse a mamar su erección. Reclinamos un poco el asiento del piloto puse mi culo en pompa hacia a ventana del copiloto y pude llegar mejor hasta su pene. Primero lento y suave, dando ...
    ... rodeos con mi lengua alrededor de su prepucio. La boca se me hacía agua y mi saliva se deslizaba recorriendo el cuerpo cavernoso de su miembro hasta llegar a sus testículos. Los lamí y besé, succionando suavemente mientras se le erizaba la piel. Volví de nuevo a su prepucio y jugué con mi lengua en su glande de delante a atrás repetidas veces, hasta que salió el líquido preseminal, lo lamí más fuerte todavía y sin previo aviso me lo comí hasta llegar al fondo de mi garganta.
    
    Cómo me gusta llegar hasta el final, pero el gemido que salió de sí, hizo que se me endurecieran aún más los pezones. Le comí con muchas ganas, esa noche estaba muy cerda, pero sólo estábamos empezando, así que volví a mi asiento y comencé a tocarme y acariciarme mientras me miraba y se pajeaba.
    
    Desabroché mi body, mojé mis dedos con saliva y masajeé en círculos mi clítoris. Pronto asomó y comenzó a endurecerse, a dilatarse y mojarse mi vagina… Así que aproveché esa humedad para seguir lubricando mi clítoris. Con mi mano izquierda estiraba los labios mayores hacia arriba para dejarlo más al descubierto y seguir rozándo con más fuerza de arriba a abajo mi botón. Notaba calor, cada vez más intenso así que necesitaba salir del coche para que me diera el aire ya que esa atmósfera jadeante comenzaba a ahogarme y dejarme sin aliento.
    
    Nos colocamos en la parte trasera del coche así tendríamos una visión de lo que ocurría a nuestro alrededor con mayor perspectiva. Divisamos un chico joven apoyado en el ...