1. Culo


    Fecha: 23/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... novia —ella estaba pasando unos días en su pueblo natal— que ni siquiera me gustaba especialmente, pero con el exceso de alcohol ya se sabe que la polla manda mucho más que el cerebro, y estuvimos echando un polvo en su coche. Al día siguiente ya se lo había contado a Luisa, quien inmediatamente cortó conmigo por teléfono y hasta hoy ya no nos hemos vuelto a ver ni tan siquiera a hablar. Sé de ella por su hermana, aunque tampoco se llevan especialmente bien y con el paso del tiempo igual me da.
    
    Es verdad que desde adolescente el culo ha sido importante fuente de excitación y placer para mí. Maribel, la hermana menor de mi padre —nos llevamos trece años de diferencia— siempre me ha tenido un cariño especial, y en los largos veranos que pasaba con ella en su casa de Alicante, me aleccionaba en materia sexual, siendo la primera mujer que me enseñó su cuerpo completamente desnudo, la primera que me hizo una paja, la primera que me chupó la polla y se tragó mi semen y la primera en enseñarme las placenteras posibilidades del culo, del mío, especialmente.
    
    Hace calor, el verano ha entrado ya en altas temperaturas y al borde del mar la humedad da sensación de agobio. Estoy tumbado a la sombra de un toldo y varias sombrillas en el gran jardín de la casa de mi tía Maribel, completamente desparramado en una hamaca de madera de gran tamaño —la llamamosla barca— de cómoda colchoneta. Hemos estado toda la mañana en la playa —mi tía, sus dos hijas gemelas de corta edad, Ronda, la ...
    ... joven niñera filipina, y yo— y después de comer en el bar-restaurante propiedad del tío Roberto —marido de Maribel— hemos vuelto a casa a dormir la siesta, como hacemos habitualmente durante todo el verano que aquí paso, desde que acabo el curso en el colegio y hasta que de nuevo comienza, lo que permite a mis padres viajar casi constantemente, por negocios —son vendedores de joyas y complementos de súper lujo— y por placer, haciendo cortas paradas algunos fines de semana aquí conmigo o en nuestra casa de Madrid.
    
    Adormilado como estoy apenas noto la presencia de Maribel, que se echa a mi lado en la gran tumbona de madera.
    
    —Ya se han dormido las niñas y Ronda. Qué calor hace hoy ¿Y tú qué, jugando con tu cosita?
    
    Así le llama a mi polla, según ella es muy grande y no quiere que se me suba a la cabeza y vaya detrás de todas las mujeres o ellas detrás de mí. Me encanta oír lo decosita opollita dicho por Maribel, es una manera de saber en mi fuero interno que estoy bien dotado, y, además, en la mayoría de las ocasiones es el preludio de mi placer.
    
    —Edu, no está bien que a todas horas le estés dando a la zambomba, joder, no paras de hacerte pajas. Anda, ven aquí
    
    Me acerco a ella y quedo tumbado boca arriba, dejándome quitar el bañador por Maribel, quien deja a la vista mi tiesa polla. Sin decir nada, se incorpora sobre su lado izquierdo y coge mi rabo con la mano derecha, acariciándolo durante unos segundos, mientras con la mano izquierda hace lo propio con mis ...
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