1. Culo


    Fecha: 23/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... excitante descubrimiento que no me he atrevido a comentar con ella para no poner de manifiesto que los espío cuando están chingando.
    
    Ronda, la niñera filipina de mis primas tiene unos veinticinco años, lleva viviendo mucho tiempo en España, de donde son sus abuelos, me enseña a hablar inglés, al mismo tiempo que practica elfrancés conmigo.
    
    Es una mujer más bien alta, muy delgada, fina y elegante, con formas pequeñas —apenas tiene tetas, sólo un abultamiento con grandes pezones oscuros, gruesos y largos dentro de areolas circulares— pero atractivas, muy morena de piel y pelo, con un precioso largo cabello muy negro, ojazos también negros y una boca recta, grande, de labios gruesos, que yo identifico con una buena mamada. Le encanta chuparme la polla durante muchos, muchos minutos, con su ancha lengua, segregando gran cantidad de saliva, lenta y tranquilamente, arriba y abajo por todo el tronco, deteniéndose a lamer los huevos, volviendo al glande, repitiendo y repitiendo hasta que ya no puedo aguantar más, entonces, rápidamente me come el capullo mamándolo con ganas, y en cuestión de un minuto me corro dentro de su boca, sin desperdiciar ni una gota de semen para que Ronda se lo pueda tragar tras darle unas cuantas vueltas con la lengua y enseñármelo con expresión de placer. Eso le da gusto, favorece su excitación, de manera tal que se corre rápidamente masturbándose frenéticamente tras tragar mi leche de hombre. Maribel no solo está al tanto, sino que nos anima a ...
    ... hacerlo, está presente en la mayoría de las ocasiones y cuida de que no me corra en el coño de la filipina las pocas veces que me deja metérsela, dado que Ronda parece alérgica a los condones y un tanto despreocupada por lo que pueda ocurrir.
    
    —Qué guarra eres Ronda, pero si eso es lo que te gusta, allá tú. Cuidadito si folláis, no quiero embarazos, ¿estamos?
    
    Como no voy a querer a mi tía si todo me lo permite. Para mí el verano es la mejor época del año, está claro. No me extraña que me acostumbrara a recibir de las mujeres placer oral, hasta que Luisa logró mi adicción por el sexo anal. Lo cortés no quita lo valiente.
    
    Cuando mi novia Luisa cortó conmigo seguí manteniendo relación con su hermana Amparo, quedábamos para pasear por la sierra segoviano-madrileña —ella es botánica— salíamos al cine, a tomar unas copas, nos dábamos el lote en su coche, follábamos un poco a escondidas por si se enteraba mí ex, y cuando unos cuatro meses después Luisa aprobó las oposiciones de catedrático de Instituto y se marchó destinada a la ciudad de Huesca, de donde procede la familia, su hermana y yo mantuvimos una relación de amistad sexual que duró muchos años, con intermitencias, pero dándonos gusto siempre que nos apetecía. Con cuarenta y seis años se casó con su gran amigo de siempre, Rafael, y se terminó lo nuestro, sexualmente hablando. Hoy en día mantenemos buena amistad y confianza.
    
    A Amparo le gusta todo aquello que la excite y le dé gusto, no sólo se centra en su culo. Tiene ...
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