1. Todo... a un precio o nalgas a plazos


    Fecha: 19/04/2023, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dale y dale con el pinche título y pues ya me pusieron plazo, que si en seis meses no entrego el título me corren y mira… ¡te apareces como caído del cielo Moisecito de mi vida!, hummm", y me dio un sonoro beso en la mejilla, muy cerca de los labios y el "sablazo" consabido:
    
    --"¡Ay Moy, qué bueno que te encuentro!, ¡necesito, me urge, que me ayudes!, ¿sí?, quiero platicar contigo para que me ayudes a hacer mi tesis y esas mamadas, ya sabes, y pues tú… eres experto, ¡el chico más listo e inteligente de la generación!, ¿ya se te olvidó?, ¡hasta los profes te tenían miedo!, los ponías en cada predicamento qué no veas!, anda, ¿si?, ¡dí que sí!, ¿sí?, ¿verdad que ayudarás a la noviecita de tu amigo Alfonsito, el panzoncito?, ¿sí?", dijo la nalgona entornando los ojos.
    
    Y me sentí atrapado de nueva cuenta por aquella chica marrullera que utilizaba todo, ¡todo!, menos el cerebro, para salir de sus dificultades. Y recordé como en ocasiones me invitaba el café para ayudarle con la tarea, o más: idas al cine con "faje" incluido para hacerle algún trabajo y lo peor, casi ponerle los "cuernos" a mi amigo para que ella presentara su trabajo final de la universidad. María en fin, era una magnifica negociante, todo para ella era como una compra y venta, con el consabido regateo, dar lo menos por lo más: una agarrada de tetas o una "paja" por una tarea; o ponerle la pinga entre las nalgas hasta venirme por pasarle las respuestas del examen, en fin, así era ella y por lo visto no ...
    ... había cambiado. Todavía traté de hacerme el difícil y mientras la acompañaba a su casa traté de explicarle que casi no tenía tiempo, ni los fines de semana, pues entre el trabajo y la maestría estaba yo al punto del colapso, entonces llegamos cerca de su casa, donde todavía estaba la enorme palma, rompiendo la acera y el pavimento con sus raíces y me jaló un poco del brazo:
    
    --"Anda, ¿sí?, tu siempre me haz sacado de los apuros más difíciles, ¿ya se te olvidó?, anda ven, voy a darte un adelanto, te gustará".
    
    Y me abrazó con fuerza y pasión fingida, sus labios buscaron los míos e iniciamos el faje, mis manos recorriendo sus tetas pequeñas pero firmes, ella acariciando la erección que abultaba ya el pantalón, y mientras le acariciaba la pepa por encima de su pantaleta de nylon volvió a insistir: "anda di que sí, ¡necesito que me ayudes!, ¡anda papi!, di que sí!" y de nueva cuenta su boca se abrió golosa para tragarse mi lengua que bailoteaba jugando con la suya y seguimos fajando unos calientes minutos más, hasta que las caricias en su panocha mojada se hicieron muy intensas y ella bufó el intenso orgasmo apretando con sus piernas mi mano que le frotaba el sexo, mientras ella me chaqueteaba la pinga erecta con la mano, apurando mi venida. Al final, mientras se acomodaba el sostén, le pregunté: "¿y ya tienes tema o proyecto de tesis, o qué?".
    
    --"¡Ni madres!, no tengo nada… papacito, no tengo ni idea, para eso… te tengo a ti, ¿o no?", su sonrisa soñadora y socarrona, casi ...
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