1. Reunión de la empresa


    Fecha: 26/04/2023, Categorías: Infidelidad Autor: brujitx, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos, soy Sandra, la Zángana, algunos ya me conocen por otros relatos publicados en la web, tengo 35 años cumplidos, casada, sin hijos, 1,60 metros de estatura, 57 kilogramos, unas tetas medianas, un culo redondito y pequeño, esta vez quiero contar a ustedes, una sorpresa que me llevé en la despedida de año 2019, en un hotel campestre de la ciudad de San Gil, Colombia.
    
    La empresa donde labora mi esposo, como estímulo a sus trabajadores alquiló y organizó para el día viernes 27 de diciembre de 2019 una fiesta, a la cual solo podían asistir los empleados y su cónyuge, solteros iban solos o con una persona invitada, nada de hijos, todos deberíamos estar esa fecha en el loby del hotel para la respectiva confirmación, registro, entrega de manillas para control de la administración y organización del evento.
    
    Todo transcurría normal, coctel, tragos, cerveza, cena, orquesta y baile, mi esposo es poco bebedor, se embriaga con facilidad, ese aspecto lo lleva a ser un tanto precavido en ese aspecto, ese grupo de compañeros es muy especial, muy unidos, por ende, trago viene, trago va, abrazos, agradecimientos, todo según lo planeado.
    
    A eso de las 3 de la madrugada, algunos ya se habían ido a dormir, mi esposo estaba bien tomado, casi no se le entendía lo que hablaba ni se podía sostener de pies por sí solo, opté por llevarlo a nuestra habitación asignada, la cual quedaba en un ala alejada, muy oscura, pero, muy agradable para descansar.
    
    Con la ayuda de uno de sus ...
    ... compañeros llevamos a mi esposo, me lo ayudaron a recostar en la cama, esperó a que lo empijamara colocándole una pantaloneta para descansar, allí el clima es muy agradable para dormir sin nada puesto y salió de la habitación, ya solos, me quité mi minifalda negra, bien corta, blusa blanca con encajes y una chaqueta negra, eso rodó al suelo, quedando en sola tanga y brasier, los cuales también tiré a un lado, allí el clima es bien caliente, no se usan cobijas, solo una sábana, si se desea.
    
    Mi esposo quedó o siguió dormido enseguida, me duché para dormir más relajada, me acosté a recordar los pasajes de la fiesta, a imaginar a los amigos de mi esposo, especial con aquellos a quienes tengo entre mis contactos y amigos en mis redes sociales, era un compromiso de antemano que allí todos seríamos cordiales, pero, nada de intimidades con ellos delante de mi esposo.
    
    Apagué el televisor, me dispuse a dormir, cuando sentí que alguien abría la puerta, se acercaba a mi cama, yo no veía nada, solo escuchaba un shiiiit, no grites, no digas nada. Quedé fría y pasmada. ¿Quién sería ese desconocido y asaltante nocturno? Llegó hasta mí y me rodeó con sus brazos, los que sentí muy fuertes, no te conozco, dijo es verdad no me conoces, pero estuve pendiente de ti en la fiesta, se negaba a que prendiera la luz, tampoco hacía caso de que mi esposo estuviera tendido en la cama a mi lado, aunque borracho, podía despertar en cualquier momento.
    
    Sabía que forcejar en esa situación sería un trabajo ...
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