1. Reunión de la empresa


    Fecha: 26/04/2023, Categorías: Infidelidad Autor: brujitx, Fuente: CuentoRelatos

    ... perdido, gritar solo formaría un escándalo y murmuraciones para toda la vida, en la empresa especialmente y obviamente mi esposo sería el centro de burlas. Qué quieres, le dije, solo besarte, nada más, que me regales un beso de esa boquita dulce y apasionada que tienes, cómo se te ocurre, eres un perfecto desconocido, vete o grito auxilio. No lo hagas, todos perderíamos algo.
    
    En eso tenía mucha razón, bueno, ¿si te doy ese beso te vas? como pude le di un beso, como de amigos, me gritó así no, un beso de pasión, con ganas, ahora son tres besos, está bien, pero te vas, me dispuse a recibir ese beso, nuestras bocas se juntaron, los labios se movían en forma circular, nuestras lenguas jugaban a cambiar de boca, me estremecía de emoción aquel espectáculo, que rico, exclamó, dichoso tu esposo con esa delicia todos los días, volvió a besarme con igual o más pasión, yo le correspondí pues ya estaba encendida, me hizo levantar de la cama, quedamos parados de pie, ahí pude notar que era corpulento, 180 o 190 de estatura, contra 160 escasos, no tenía oportunidad de escapar.
    
    No sé cuánto tiempo duramos besándonos, perdí la cuenta, al igual que perdí la noción del tiempo, yo estaba en pantaloneta y una camiseta delgada, sin brasier, me sacó mi camiseta y se dirigió a coger mis tetas, las que le cupieron en sus grandes manos, las apretaba con firmeza pero con suavidad, se las metía a la boca, alternándolas, mis manos solo atinaban a coger sus manos para sostenerme en esa oscuridad, ...
    ... me jaló hacía su cuerpo, hizo que le ayudara a quitar sus ropas, una camiseta sin mangas y una pantaloneta, me agarró una de mis manos y la puso en su vergota, se me hizo inmensa, de unos 30 centímetros, me estremecí de las sensaciones de tener ese tolete dentro de mí, mientras lo pajeaba revisaba haber tenido o haber visto una verga así, no la hay, eso me tranquilizó , pero no restó mi interés.
    
    Ya totalmente desnudos, con una de sus manos rodeó mi cintura y con la otra cogió una de mis piernas levantándome como un muñeco, aterricé en su cintura, de una su verga se dirigió a buscar mi agujero para llenarlo con esa serpiente que estaba más dura que un trozo de palo, la fue deslizando lentamente, me mojaba de la emoción de empezar a sentir esa sensación de penetración, hasta que mis labios vaginales chocaron contra su pubis y huevas, empezó el sube y baja, por momentos se metía una de mis tetas en la boca y chupaba un poco.
    
    Me bajó e hizo que me volteara, apoyando mis manos en la cama, ofreciéndole mis nalgas a un extraño, mientras escuchaba a mi esposo roncar y tirarse gases, eso no era óbice para que ese extraño se detuviera en su asalto contra mi humanidad, me bombeaba con firmeza, esa verga muy bien amaestrada, bien parada y firme como militar en desfile.
    
    ¿Quieres mamar mi verga? Me dijo el descarado extraño, pues ya entrados en gastos, me volteé, me agaché y empecé a disfrutar esa enorme palanca de carne, la metía y sacaba a mi antojo, trataba de que me llegara lo ...