1. Una linda bollera


    Fecha: 26/04/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... metiéndola por el espacio que dejaba la manga por debajo de mi axila. ¿Habrá sido casualidad, o intencionalmente, para provocarme?
    
    Nos sentamos frente a mi escritorio por ser el más grande. Colocamos, yo las dos computadoras que llevaba, y ella la suya. Tendríamos que ir corrigiendo o incluyendo nombres, así como los datos de todos los empleados. En mi compu estaba una parte de los informes, en la otra que llevaba, que había sido la de Pilar, muy mona, pequeña y muy femenina, en la que recabé los datos en mi viaje, y a la de Paty habría que hacer los cambios.
    
    Inicialmente colocamos nuestras sillas muy separadas, estar confirmando a la vez todos los datos era complicado, optamos por juntar los sillones y concentrarnos en una sola compu. Las dos teníamos que acercar nuestras cabezas entre nosotras y hacia las compus, acercándolas para identificar los datos. Nos detuvimos en uno, Paty me volteó a ver y discretamente, acercó su mejilla a la mía y me besó muy suavemente, sentí sus labios que solo me habían rozado la orillita del lado de los míos, y yo dándole vuelta a mi cabeza le di un beso muy fuerte en sus labios. Me nació, sin querer ni pensarlo.
    
    Su mano que estaba a mi lado la bajó a mi pierna, sintió mi falda y el límite de mis medias, la metió por debajo de ella y me sobó muy suavemente ese muslo. Nos quedamos mirándonos fijamente una a la otra, sin palabras. Así por unos segundos. Me incliné sobre la cubierta del escritorio y le besé su mano. Bajé mi mano muy ...
    ... discretamente e inicié metérsela debajo de su falda, lentamente hasta llegar a sus pantis. Ella me tomó mi mano y como dirigiéndola me la llevó hasta que pude sentir en su entrepierna, su humedad. Mientras tanto ella vigilaba atentamente que no fueran a interrumpir nuestra intimidad.
    
    En ese momento no entendí como estaban sus pantis, pero sentí como que estuvieran abultados sobre un pubis abultado. Mis dedos encontraron el camino debajo del textil y encontraron unos vellos que solo el sentirlos me enloqueció. Me jaló mi mano a que se le incrustara en su pepita, apretó las piernas apresando mi mano, ella apretó su mano contra mi pierna, clavándome ligeramente sus uñas en mi muslo. Ella movía sus piernas cruzándolas, tallando sus muslos uno contra el otro, con mi mano entre ellos. Mis dedos no alcanzaban a llegar a su vagina, pero disfrutaban esa melena sobre su monte de Venus, que yo sentía que me invitaba, además ese pubis se sentía muy pronunciado y me intrigaba.
    
    Nos aseguramos de que no nos vieran, nos besamos, ella abrió su boca muy grande y yo casi me le metí dentro, jugueteando con su lengua.
    
    “¡Vamos a terminar con la primera parte y mañana continuamos!” le dije. Así lo hicimos. Guardamos nuestro trabajo y nos pusimos de acuerdo, nos veríamos en un restorancito que ella conocía. Salimos del edificio separadas.
    
    En el restorán, más bien un pequeño y muy discreto bar, también de homosexuales, pedimos una bebida, y además Paty pidió que nos asignaran un lugarcito más ...
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