1. Un anal de otro mundo con mi doctora


    Fecha: 29/04/2023, Categorías: Anal Autor: andreguz726, Fuente: CuentoRelatos

    ... pero hablaré primero.
    
    Yo estaba algo confundido, nervioso y contento, tenía unas nalgas muy paradas, eran preciosas, se notaba que iba al gimnasio, una cintura pequeña que hacían que sus nalgas se vieran más grandes.
    
    —¿Deseo que seas cruel conmigo, que así te diga que no, tú sigas y me trates como desees, puedes?
    
    —Si –solo supe decir eso, no bastaba decir nada más, prácticamente vivía un sueño al oír esas palabras.
    
    Me acerqué a ella, le di unas nalgadas.
    
    -anda, más duro, déjalas marcadas.
    
    La chica tierna que había conocido, en este momento no estaba presente, era una situación muy confusa, no tenía nada que ver a lo mostraba, pero no era momento de pensar y solo seguí nalgueándola.
    
    Me quité mi cinturón.
    
    —Ha llegado papi y te va a castigar –le dije mientras me quitaba el pantalón y tomaba la correa y una parte la enrollaba en la mano.
    
    —Si papi, lo merezco, me he portado muy mal.
    
    Hice que se pusiera en cuatro en la cama y comencé a darle de latigazos con la correa, sonaba duro y le dejaba marcada sus nalgas.
    
    —He hecho muchas cosas malas, debes castigarme más fuerte –a lo que ella se enderezó y llevó su cabello hacia adelante, quitándose el sostén y dejando su espalda descubierta para tal castigo.
    
    No había hecho antes tal cosa, así que con cierto miedo le golpeé la espalda, ella gemía, ya tenía algunas marcas que apenas estaba notando, como si ya la hubieran castigado tantas veces antes, me acerqué a ella y la volteé, vi que el uniforme le ...
    ... tapaba tantas cosas y atributos, sus senos hermosos, redondos, paraditos, rosaditos, sus pezones en punta de lo excitada que estaba y no dudé un segundo y ahí estaba chupándole las tetas, mordiéndole los pezones como un niño hambriento, subí con lamiéndola por el pecho hasta llegar a la boca.
    
    —Pero tremenda zorrita me he encontrado –ella me miró y sonrió, se mordió el labio y me labio mi boca.
    
    —Puedo ser tu perrita, solo debes alimentarme y cada que vengas a visitarme, saldré corriendo a lamerte y también sacudiré mi cola de lo feliz que estaré porque me darás lo que quiera.
    
    Tremenda puta me había llevado a encontrar esta situación, la tomé del cabello y la jalé para que su cuello quedara libre y fui directo a él y lo lamí y mordí, la tiré fuerte a la cama, ella se extendió toda, abriendo sus piernas.
    
    -no no perrita, ven para acá –yo estaba al borde de la cama– camina por la cama en cuatro patas como lo perra que eres y ven.
    
    Ella se acercó rápidamente como perra obediente, me bajé mi ropa interior y vio que salió mi verga, bien tiesa y gruesa, a lo que ella babeó en seguido, abrió sus ojos sorprendida y me miró.
    
    -abre esa boquita perrita –le dije mientras me llevaba mi verga bien tiesa hacia mi ombligo y la solté sobre su lengua– ¿ves lo dura que está? –me la tomé con mi mano y golpeé sus cachetes, eso pareció excitarle tanto que quitó las manos de mi pene y ella la metió en seguida a su boca, no tenía que decirle nada, ya era un espectáculo, su garganta ...
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