1. En la pensión.


    Fecha: 29/04/2023, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... puso de pie y mirándome, me enseñó su lengua. La expulsó de la boca y dejó que mi semen mezclado con su saliva resbalara por su barbilla hasta los pechos. Luego, con una sola mano, se lo restregó por las tetas. Con la otra mano seguía tocándose el coño.
    
    Cada vez que recuerdo aquella pensión, se me pone durísima. Descubrí lo guarra y puta que se ponía mi novia con lo de saber que la miraban. No era exhibicionismo, era saberse observada. Por decirlo de algún modo, ella no se mostraba, pero tampoco se tapaba. Y el que la vieran la ponía a mil, la subía la temperatura hasta hacerla perder los papeles.
    
    Eso me dio mucho, muchísimo juego. Siempre he sospechado que ella no estaba dormida del todo, que se dio cuenta de que el viejo la miraba. Y la gustó. La puso cachonda que el tipejo aquel babeara mirándola, que se tocara el paquete. Y jamás dijo nada de las braguitas que desaparecieron.
    
    Algo sabía. Y aunque no lo reconociera abiertamente, la había gustado. Y no lo digo solo por la mamada junto a la ventana. Además, no solo no cambiamos de pensión, sino que, al día siguiente, bajó a desayunar solo con un vestido de playa. Sin nada debajo, me dijo en voz baja según nos sentamos. Que no llevara bragas, no se notaba, pero que no llevaba sujetador era más que evidente. Menudos meneos la daban esos melones cuando se levantó a por las tostadas.
    
    El viejo nos sirvió el café. Por supuesto no era necesario. El bulto se notaba perfectamente. Sentados, “el paquete” estaba a la altura de su cara, casi junto a su boca. Si se gira, le da un mordisco en la polla. Ella me miraba y sonreía. Con disimulo soltó otro botón del vestido. Solo quedaban dos y el vestido caería al suelo. Desde arriba, el escote era enorme.
    
    Con su pie, bajo la mesa, estaba acariciando mi paquete.
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