Abusando de mi hermana Isabel
Fecha: 04/05/2023,
Categorías:
No Consentido
Autor: Pecado capital, Fuente: CuentoRelatos
... olvidado de ella. Esa foto donde está dormida y enseñando los calzones no tiene madre ¿cómo se la sacaste?
- Esa se la tomé una noche que entre a su cuarto para verle los calzones y manosearla, muchas veces lo he hecho, aprovechando cuando está bien dormida. Pero por pura suerte esa noche la encontré tal y como sale en la foto, como si me estuviera esperando ja ja ja.
- ¿Entonces la manoseas cuando la encuentras dormida? ¿Esa noche le metiste mano? - Me preguntó el sapo cada vez más interesado y excitado.
- ¡Claro que la toqué! Le agarré la panocha por encima de la pantaleta y hasta se la olí. También le sobé un poco las tetas, claro que por arriba de la blusa, pero las sentí bien firmes. Y antes de salir de su cuarto le tomé la foto. Estuve a punto de hacerme una chaqueta ahí mismo mientras la miraba, pero por precaución no lo hice, no fuera que se despertara y me sorprendiera con la verga en las manos ¡me hubiera metido un pedote!
- No pues sí, me imagino que no fue fácil controlar las ganas de meterle la verga teniéndola así como estaba ¡Ya tengo el pito bien duro de todo lo que me platicas de tu hermana!
- La verdad esa noche me puse tan caliente al verla enseñando los calzones que no me faltaron ganas de violarla.
- ¡Cualquiera hubiera pensado lo mismo, tu carnala está para imaginar toda clase de perversiones!
- Y que lo digas, por eso siempre ando buscando la oportunidad de verla encuerada. Algunas veces la he espiado cuando se baña y han sido los ...
... mejores espectáculos de mi vida. Se me ha caído la baba con esas tetotas que tiene, con unos deliciosos biberones de color marrón. Y deberías ver sus nalgas desnudas ¡que ricas nalgas tiene mi hermana! Y el canal oscuro que las separa invita a pasar la lengua por todo lo largo y ancho. Cosa aparte es su bizcocho, lleno de pelos negros, está bien peluda la cabrona.
- ¡Ya se me hizo agua la boca de imaginármela! Que suerte tienes de haberle visto todo eso a tu hermana ¡Y está peluda como me gustan! Déjame preparar otras líneas de coca para seguir hablando de tu carnala y ponernos más cachondos.
- Va, en lo que las pones voy a salir para traer su pantaleta que está en el tendedero. Para que las veas mejor y te enamores de mi hermana.
- ¡A toda madre! ¡Y ya siento que amo a tu hermana y también quiero cogérmela como tú ja ja ja!
Entonces salí de mi cuarto, sintiéndome muy emocionado de haber llevado al sapo a mi cuarto, porque me excitaba brutalmente que mi hermana Isabel fuera deseada por mi invitado. Y yo estaba haciendo todo lo posible por alimentar la mente del sapo con toda clase de perversiones, donde mi hermana Isabel era el objeto del deseo. Pensando en esto descolgué la pantaleta, imaginando el morboso momento cuando la pusiera en manos del sapo. Quería que la viera, que la sintiera, que la oliera, quería que él experimentara la misma sensación de lujuria que los calzones de mi hermana Isabel me hacían sentir a mí.
Con el preciado tesoro negro en mis manos ...