1. Abusando de mi hermana Isabel


    Fecha: 04/05/2023, Categorías: No Consentido Autor: Pecado capital, Fuente: CuentoRelatos

    ... Estaba a punto de conocer a mi hermana de una manera muy singular. Me acerqué al orificio de la pared, que desde adentro del baño no se notaba. Y miré. Mi hermana estaba sentada en el retrete, con el pantalón de la pijama en los tobillos y su pantaleta azul claro enrollada en la mitad de sus piernas. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, y no tardé en invitar al sapo a mirar. No fuera a ser que Isabel terminará pronto de hacer sus necesidades y mi compañero de parranda se quedara sin ver el espectáculo.
    
    El hoyito estaba justo enfrente del retrete, y como ya les dije, desde adentro no se podía notar la pequeña abertura porque en el patio de la casa no había ninguna luz encendida, y además por ahí pasaba un tubo que alimentaba de agua el baño. Era un excelente lugar para mirar sin poder ser descubierto.
    
    El sapo pegó los ojos en el hoyo y se quedó quieto, deleitándose las pupilas. Yo tenía la verga bien dura de la emoción que me daba que el sapo estuviera quebrantando la intimidad de mi hermana. Viendo lo mismo que yo había visto. Por lo tanto lo dejé que observará a sus anchas, después de todo era mi invitado, y yo quería ser el mejor anfitrión.
    
    Pasaron como dos minutos y pensé que mi hermana ya se había tardado de más si solo estaba meando. Entonces le hice una seña al sapo para que me dejara ver y ocupé su lugar. Mi hermana seguía sentada tranquilamente, con los codos en las rodillas y las manos ocupadas en su celular. Sus piernas ligeramente separadas dejaban ver ...
    ... el frondoso matorral de pelos negros de su vagina. La vista no podía ser más emocionante. Impactante sería la palabra más acertada. Pensé que su demora se debía por estar entretenida en el celular, pero en ese momento la escuché pujar y en su rostro se dibujó una mueca de esfuerzo. Supe entonces que no estaba orinando.
    
    - ¡Está cagando, mira como puja! - le dije al sapo con una voz apenas audible pero cargada de emoción. Inmediatamente el maloso del barrio volvió a mirar, después de dirigirnos una rápida mirada de complicidad y perversa alegría.
    
    Hasta donde estábamos se escuchó un aire liberado y el sonido inconfundible que hace la caca cuando cae al agua del excusado. Me es difícil describir con palabras el placer que sentí de estar con alguien presenciando juntos uno de los momentos más íntimos de mi hermana.
    
    Se escuchó nuevamente algo que cayó al agua y no pude evitar imaginarme un churro de caca saliendo del ano de mi hermana Isabel. Seguramente el sapo se imaginó lo mismo.
    
    Así estuvimos intercambiando el espacio para ver alternativamente lo que acontecía en el interior del baño, hasta que Isabel terminó de hacer lo que estaba haciendo. A mí me tocó ver el momento cuando se puso de aguilita y se limpió el culo con un pedazo de papel higiénico. Después le cedí el lugar al sapo para que también viera como se limpiaba las nalgas mi hermana. Y cuando ella se subió los calzones nos retiramos y volvimos a subir las escaleras sigilosamente.
    
    Ya de nuevo en mi cuarto ...
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