1. Desafío de galaxias (capitulo 13)


    Fecha: 24/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... ninguno se movió de su sitio. Las palabras de Marisol escocieron a todos. Durante unos segundos, Marisol miró detenidamente uno por uno a los militares invitados.
    
    —El proyecto Ares se puso en marcha al día siguiente de que los evacuados de Akhysar llegaran a Konark. Los mejores ingenieros de Maradonia y Raissa se trasladaron a un lugar secreto y que no vamos a divulgar, para ensamblar los talismanes, el Ojo del Universo y el Aro de Luz. En unos minutos, si todo va según lo previsto, estaremos en disposición de abrir un portal, nuestro portal, —todos se miraron entre si con asombro pero nadie osó abrir la boca—. Nuestra intención es establecer una base al otro lado desde la que hostigar al enemigo. Para los que no están familiarizados con el proceso, les diré que el proceso que van a ver a continuación no es nada espectacular, aunque la maquinaria que vamos a emplear si lo es. El portal tarda casi dos meses en establecerse completamente, pero inmediatamente comienza la emisión de energía mística al otro lado. Confiamos en que una emisión tan masiva será detectada por el enemigo y le obligara a replantearse la invasión. ¿Alguna pregunta?
    
    —Si mi señora, —dijo Oriyam levantando la mano—. ¿quién va a ir al otro lado cuando se establezca el portal… y como se va a hacer?
    
    —Tú no, necesito aquí a alguien que me toque las narices de vez en cuando, —respondió Marisol intentando rebajar la tensión—. El comandante de la misión ya está designado, y desde el principio está ...
    ... trabajando en el proyecto. Básicamente, mandaremos unos satélites armados que establecerán un perímetro de defensa y después mandaremos un transporte como la Fénix. ¿Alguna pregunta más? —Marisol miró a los asistentes que no dijeron nada, mientras Oriyam se quedaba enfurruñada—. Entonces procedamos. Marión por favor, imagen en la principal.
    
    En la pantalla apareció la figura de dos personas, una con el uniforme federal y la otra, un maradoniano, con un mono de trabajo.
    
    —Ingeniero Camixthel, general Esteban, buenas noches aquí, —saludó—. ¿Está todo preparado?
    
    —Si mi señora, —respondió el maradoniano—. Hace dos horas hemos hecho una última prueba de potencia y hemos alcanzado el 92 % y estable. Estamos en disposición de disparar el sistema.
    
    —Excelente, —y dirigiéndose a Fiakro, preguntó—. ¿Podemos proceder, señor presidente?
    
    —Puede proceder general Martín.
    
    —Ingeniero Camixthel, puede proceder al disparo.
    
    El rojo ingeniero se volvió y empezó a accionar los controles de la consola con sus cuatro brazos. Delante de él, una compuerta se abrió por la que se veía un hangar, claramente subterráneo, de unas dimensiones descomunales, más de un kilómetro de alto y tres de largo. El plano se abrió, y en tres hileras escalonadas, un par de docenas de operadores trabajaban en sus consolas.
    
    —Acumuladores al 60 %.
    
    —Aislados sistemas secundarios.
    
    —Inyectores de plasma en verde.
    
    —Acumuladores al 75 %.
    
    —Motores de disparo en verde.
    
    —Acumuladores al 90 ...