1. Saciando mis instintos


    Fecha: 10/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: cuerva, Fuente: CuentoRelatos

    Hola soy Kari, una mujer casada de unos 36 años, alta de 1, 70 delgada, de medidas generosa para mi edad, bien conservada, la verdad es que al no haber tenido hijos, el paso del tiempo, se hizo mucho más fácil, para mí en lo que concierne a conservar la figura, casada ya hace unos diez años, con un hombre apuesto, profesional, y de buenos ingresos, ex-compañeros de trabajo, lo tengo todo, una vida, casa, autos, lujos, dinero.
    
    Ciertamente no podría quejarme de nada, o al menos eso creí, hasta que todo mi mundo se vio dado vueltas, por lo que yo llamaría otras realidades, que son ajenas a mí.
    
    No es que me esté quejando, no se debe leer así, bajo ningún punto de vista, simplemente, expongo otras cosas que me ocurrieron, y es que al venir de una familia tradicionalmente conservadora, todo lo sexual y lo que ello implica es y fue un verdadero tabú, en esa materia.
    
    Nunca supe, que existían dos clases de hombres, lo de sangre, y los de carne, y esto lo aprendí no hace mucho, cuando mi curiosidad, no pudo más y empecé a investigar, mis amigas hablaban de esas cuestiones, más yo siempre me mantenía imparcial en cuanto a esos temas, no soy de darme a ese tipi de cosas que me parecen más reservadas a cuestiones meramente carnales, no obstante.
    
    En una oportunidad que tuve de quedarme a solas con una de esas amigas, Leticia, pude de alguna manera evacuar algunas dudas de manera indirecta sobre eso que tanto hablaban, que era el miembro masculino, y su tamaño, todo comenzó ...
    ... cuando a raíz de que esperábamos nos pasaran a buscar, una que ya se había retirado, mando una foto de un hombre moreno muy bien dotado, las carcajadas, comenzaron a salir espontáneamente, por la divertidas situación de esa foto.
    
    A lo que los comentarios fueron surgiendo naturalmente, y ella (Leticia) sin vergüenza alguna, me pregunto, ¿cómo hacia yo para sobrellevar mi vida matrimonial? ¿Si las cosas no estaban desgastadas? Si mi marido debía acudir a la píldora para poder tener relaciones, a lo que yo le respondía, acto seguido, lo que no podía ser de otra manera, apareció su lado jactancioso de mujer, a donde presumía las virtudes de su marido, y que no la dejaba en paz, a pesar de los años transcurridos de casados, pero que aun así, estaba cansada siempre de la misma lechuga.
    
    Todo se vio cortado, cuando bocinazos de por medio, llamadas telefónicas de Amor llamando, tuvimos que despedirnos para continuar nuestras vidas y rutinas. Claro no sin antes haber sembrado en mi grandes dudas sobre mi existencia y mi vida matrimonial, dudas que en mis tiempos de soledad, buscaría evacuar a como dé lugar.
    
    Fue así, que estando sola en casa, con mi marido trabajando, en mi portátil, me dispondría a empezar a husmear más a fondo en esta cuestión, comencé, por visitar algunos sitios que siempre sugerían las arpías de mis amigas, cuando entre, por primera vez, debo confesar que solo la portada me causo sentimientos de toda naturaleza, un hombre desnudo, apenas tapado con una diminuta ...
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