Un dia por el puerto
Fecha: 10/05/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cuando acaricias a una mascota en el lomo. Al final los pantalones salieron y se incorporó. Solo los calcetines y una camisa de botones sucia y desabrochada hasta medio pecho le vestía. Aparecieron unos huevos gordos, cubierto de vello bastante blanco, sobre los que una polla flácida y larga reposaba. Me miró y empezó a estirarse el miembro y volviendo a descubrir su glande para mí. Deje la polla de Said, me incorporé y me acerque a Pedro que con una risa nerviosa dejo su mano quieta para que fuera yo quien la agarrara.
Así hice. La agarré, no estaba dura, apenas morcillona podría decir, pero Pedro estaba encantado y gimió al empezar a acariciar. Los sentidos se despiertan en esos momentos, el tacto, la vista, el olor fuerte que desprendía aquel miembro curtido en batallas. El sabor al introducírmela en la boca, distinto. No estaba dura, poco más que morcillona. Me la introduje entera y sin moverme empecé a jugar con mi lengua notando como cada palpitación la hacía más grande. Me retire ajustando bien mis labios a lo largo de su polla viendo como mis babas impregnaban todo. Volví a meterla en la boca totalmente, notando que sin estar dura, estaba firme. Ahí empecé a hacerle una mamada lenta, viendo como Said se había agachado a jugar con mi culo. Metiendo su dedo a la vez que se masturbaba. Cerré los ojos para disfrutar de sus deditos y de lo sexual de la escena. El barco apenas se movía pero de vez en cuando me recordaba donde estaba: En un barco amarrado en un puerto a ...
... las 6 de la tarde con gente paseando por la zona. Sin aviso alguno note como un chorro de semen caliente me golpeo la garganta y rápidamente me saque la polla de pedro de la boca. Su segundo chorro dio en mi barbilla cayendo en mis tetas y lo demás cayó al suelo. Apenas estaba dura y se había corrido como un jovencito. Se apartó de mi lado permitiéndome ver su polla flácida y chorreando, se encendió un cigarro y empezó a vestirse mientras Said, me cogía del brazo, para apoyarme en una caja de gambas que estaba sobre una tarima de madera, colocándome en posición, para follarme por detrás.
De un solo empellón la metió entera, soltando un gemido ahogado mirando a las cajas de despojos que había bajo mío. Abriendo mis nalgas para favorecer meterla aún más dentro, empezó a follarme con ritmo rápido, notaba como golpeaba contra mi culo desnudo. Mis tetas golpeaban las cajas a cada embestida. Pedro salió del habitáculo con su cigarro en la boca. Desde ahí, fijándome en su salida, vi cómo se podía ver a la gente paseado por el muelle e incluso por la puerta de la lonja. ¿Me podrían ver ellos a mí? Pero enseguida, cerré los ojos y note como me flojeaban las piernas y me recorría un orgasmo intenso, largo, mi espalda se contraía a la vez que Said intensificaba su ritmo haciéndome llegar casi de inmediato a un segundo orgasmo, aún más largo pero menos intenso que hizo casi me callera al suelo. Said me dejo recuperar para agacharme de forma brusca. Su glande amoratado, comprimido por ...