1. Donde menos lo esperaba


    Fecha: 13/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos

    ... cualquiera de ellas hubiera deseado tener en la cama cuando eran más jóvenes, incluyendo a la madura tía Guadalupe quien dijo con entusiasmo: - sí, ¡esta para comérselo completito!
    
    Una vez más, risas y aspavientos, a los que Laura respondió con una sonrisa pensando: - Sin duda mi tía se lo quiere coger, pero, ¿a quién no? Ya que su tía era una mujer muy temperamental que había tenido a muchos hombres en su vida, no la culpo, ¿cómo será tenerlo en la cama?
    
    Laura recordó al joven afroamericano, alto, de cuerpo hercúleo, muy elegante para vestir, siempre atento, muy caballeroso, con una voz grave, y un aroma corporal que invitaba al pecado, ella misma lo había deseado se solo observarlo en los días anteriores donde llego de visita a casa de su pariente, teniendo algunas fantasías sexuales encendidas en su cabeza durante su interacción con él.
    
    Dos de las damas se levantaron de la mesa, Cecilia y Eugenia, y la blanca Cecilia dijo: vamos a la alberca para quitarnos los malos pensamientos ¡y enfriarnos un poco! Abanicándose el rostro como quien es azotado por una onda cálida, una vez más, risas y retirando los vestidos de verano o los pareos, se dirigieron a la alberca, mientras Laura continuaba sumida en sus pensamientos.
    
    Tras aproximadamente diez minutos, Laura se levantó para servirse otra refrescante “Margarita”, y encamino sus pasos rumbo a la barra ubicada a un costado de la alberca, donde muchos niños y jovencitos se solazaban junto a algunas de las madres ...
    ... que permanecían a la expectativa, Laura se sintió libre, ¡habían pasado tantas cosas cuando sus propios hijos eran pequeños!
    
    El encargado de la barra era un hombre mayor a quien los invitados e inquilinos se referían como Don Manuel, un tipo amable y servicial que al verla llegar le pregunto amablemente: - ¿Qué le sirvo Laurita, lo mismo? - Si Don Manuel, por favor, las hace muy ricas, ni muy cargadas ni muy insípidas, ¡lo felicito! ¿Dónde aprendió?
    
    El hombre, de unos setenta años y bajito de estatura, tez morena y pelo entrecano procedió a elaborar la bebida mientras le contestaba: -Fui bar tender en muchos establecimientos durante mi juventud Laurita, de ahí la experiencia – despego los ojos del vaso mezclador donde preparaba el coctel, y levanto la vista para encontrarse con el generoso escote del traje de baño de una sola pieza en colores verde y blanco que Laura vestía esa tarde, el diseño en “V” de la prenda a la altura del pecho revelaba generosamente la redondez de sus senos blancos, algo caídos por el paso de los años y la gravedad, pero generosos en tamaño y redondos, adornados con pecas color café claro y rojizo, diseminadas generosamente en ciertas porciones de esa piel que se veía tersa y lozana.
    
    La mujer vestía también, un pareo blanco de tela muy delgada que dejaba entrever la generosa curva de su cintura y caderas - ¡con todo respeto Laurita, que guapa y elegante luce el día de hoy! Ella sonrió mostrando sus blancos dientes, aunque fuera un halago ...
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