1. Tía pecaminosa (I)


    Fecha: 25/06/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: HeadStory, Fuente: CuentoRelatos

    ... almohada.
    
    -Si… Te gusta tía?
    
    Solamente veo como se muerde el labio y aprieta con sus manos las sábanas. En eso dejo de penetrarla y apuntó con mi polla ese rico culo y empiezo a meterlo con un poco de dificultad, a lo que ella con ambas manos me lo abre, y logró empezar a introducir la verga de forma fuerte dilatándolo, a lo que mi tía Mónica grita de excitación, tapándose enseguida la boca con la almohada. Sigo con buen ritmo, tomo sus mano y las entrelazo con las mías, veo la hermosa curva que su cuerpo hace para mi, que siento que mi tía me pide más jadeando ferozmente. El choque de nuestros cuerpos sudorosos se sentía cada vez más rápido. Sacó mi polla y veo como tía Mónica sonríe mientras tiene el cabello en toda su cara, luego pongo solo la punta de la verga en ese ano ya enrojecido y dilatado que empezaba a cerrarse mientras se contrae. Ella se levanta quedando nuevamente en cuatro patas, pero decide tomar el ritmo, inclinándose hacia donde estaba yo, haciendo que la húmeda polla volviera al estrecho culito se mi tía. Veo como mi tía gemía de placer intentando no hacer ruido, llegando a su clímax, relajándose mientras se encorvaba de la excitación.
    
    -Amor vente en mi boca… te has portado bien, dame esa leche
    
    La miro y veo esa picardía que no había notado antes, entonces arrodillado en la cama ella se inclina hacia mi polla babeando. Toma mi verga y empieza de arriba hacia abajo suavemente con movimientos circulares con esa preciosa boca que sedienta ...
    ... esperaba mi leche, veo como su saliva rodeo mi miembro. Tomo su dulce cabeza con ambas manos, y me corro en su boca, siento como con su lengua intenta exprimir la última gota que quede, en eso me muestra como se lo traga y termina besando todo mi pene en señal de lo agradecida que estaba.
    
    -Tía nos habrán escuchado al lado?
    
    -Ese era el menor de mis problemas
    
    Me abrazo, ambos desnudos nos recostados cubriéndonos con las sábanas, con una cara llena de satisfacción y avisando que no sería la última vez.
    
    Al día siguiente me levanto y veo el desorden que habíamos dejado la noche anterior, era temprano, salgo del cuarto y las únicas que escucho despiertas son mi madre y tía Mónica
    
    -No podía creer lo que escuché anoche Mónica…
    
    -Yo tampoco… él era más fuerte que yo, no me soltaba, me ató contra mi voluntad.
    
    Me asomé y solamente vi como mi madre consolaba a tía Mónica, creyendo lo que decía. “Vaya perra”, pensé mientras escuchaba lo que hablaban
    
    -Esto no puede, me tengo que llevar a mi hijo…
    
    Al escuchar me voy rápidamente a mi pieza y finjo estar dormido, a lo que mi madre llega
    
    -No lo puedo creer hijo… es familia, nos vamos, ve a ducharte.
    
    Solo la veo salir, a lo que tomo mi toalla y me ducho, sin dejar de pensar que mi tía mintió para quedar bien.
    
    Salgo para cambiarme, mi madre me indica la pieza donde durmió para que me cambie. Llevaba ligeramente atada la toalla alrededor de mi cintura mientras buscaba la ropa para irme. Aparece abriendo la puerta ...