1. Mi primera experiencia con un arnés


    Fecha: 29/05/2023, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dura polla?
    
    - Si, quiero más, me gusta mucho.
    
    - Que culito más tragón tienes mi putita, me encanta follarte tu culito virgen.
    
    Apenas podía moverme con ese consolador dentro de mi de lo lleno y pleno que me sentía, sigo diciendo que yo no veía como era, mis manos apenas me podía sujetar a la cama en la postura del perrito de los temblores que sentía y de los empujones que me daba Lucía cada vez que me la metía hasta dentro. Tenía que guiarme solo por las sensaciones que me proporcionaban los contornos de mi ano, mi perineo y mis nalgas con cada empuje de Lucía.
    
    Las falsas venas de esa polla de goma entraban y salían y los labios de anos se dejaban acariciar, el lubricante hacía a la perfección su labor y aliviaban el ardor provocado por la fricción de la silicona del consolador y que a fuerza de entrar y salir con cada vez más velocidad, calentaba mi ano como si fuese un volcán pero en el no salía nada y si entraba todo.
    
    Cuando me hubo metido el primero de los consoladores mi erección se había ido de paso pero cuando me metió el segundo, no se donde todo pero estaba como un caballo en celo; Lucía apenas hacía caso de mi polla aunque poco importaba, en cada roce del capullo del consolador con mi próstata era como si me la estuvieran mamando y sin saber como, empecé a correrme, mis piernas se quebraron y mis brazos ya no soportaron mi peso, Lucía se volcó por completo sobre mi al darse cuenta que me corría como una fuente sin fin y gimiendo como una mujer en una ...
    ... película porno.
    
    - Así me gusta, como disfrutas. Mmm. Tendrías el culete virgen pero te has comportado como toda una guarrilla, jeje.
    
    No tenía ni voz, estaba destrozado sobre la cama con una mujer preciosa sobre mi espalda y con una polla de plástico enorme dentro de mi cuerpo. Sus labios besaba mi espalda, mi cuello y yo no podía ni corresponderla de cómo me había dejado.
    
    - Me gusta cuando un hombre se entrega así, tan completamente y se queda a merced de mis manos, es posible que haya personas que no lo entiendan, pero me da una sensación de poder indescriptible.
    
    - ¿Y yo me he comportado así?
    
    - Si Joan, has sido mi mejor amante, te has dejado hacer sin protestar y cuando lo has hecho ha sido con dulzura, me encanta penetrar a hombres así.
    
    Lucía sacó con delicadeza el consolador y se colocó a mi lado, yo me giré como pude y me retiré el antifaz de los ojos, entonces pude ver las dimensiones del dildo, no eran tan grandes como yo había sentido, era una polla bien formada de unos veinte centímetros de largo, con unos huevos a sus pies y un capullo perfectamente definido que sospecho que era el que mi hizo esos destrozos tan placenteros cuando entró, eso si, más grande que la mía y por descontado, más gorda y de lejos, más pequeña que un consolador negro que no había usado conmigo que rozaba unas dimensiones ultrahumanas.
    
    Lucía buscó mi cara mientras acariciaba mi abdomen lleno de semen y me preguntó:
    
    - ¿Y qué tienes tu previsto para darme placer?
    
    Con ...
«12...6789»