1. La bailarina exótica… la hija del pastor


    Fecha: 03/06/2023, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    En cierta ocasión un amigo de la compañía para la que trabajábamos me extiende la invitación para la fiesta de retiro de uno de los trabajadores. Regularmente no me invitan, pues siendo el jefe de ellos como que se sienten amedrantados cuando divisan mi presencia. Regularmente hay licor envuelto y para esta ocasión habían contratado a dos bailarinas exóticas para despedir a Sam, quien había postergado su retiro pues ya rondaba sus 70 años.
    
    No sé que pasaría, pero los pasillos de la recepción pueden ser intimidantes y para alguien quien no conoce las instalaciones, un verdadero reto incluso con la cantidad de rótulos que tenemos como guía. Es de esta manera que me encuentro a la simpática y bella Louise caminando por uno de los pasillos de la oficina y me pregunta: -¡Disculpe! ¿Podría dirigirme como llegar al salón de conferencias? -Le dije que para ahí me dirigía yo, que si me daba un par de minutos le podría acompañar hasta la puerta.
    
    La dulce chica me sonrió, iban muy bien maquilladas con un vestido de falda por sobre la rodilla de un color rojo. Tenía una sonrisa deliciosa y su cuerpo naturalmente era uno de medidas perfectas y se notaban unos bustos medianos y redondos que parcialmente se apreciaban de un sugerente escote. Entre y salí de mi oficina y la encuentro esperándome y un poco preocupada, pues según ella estaba a minutos de llegar tarde. Intuí que era la bailarina exótica y llevaba halando una de esas maleta con rodos.
    
    Sentí que había química en el ...
    ... ambiente en esos cinco minutos que nos tomó llegar al salón. Me dio las gracias y buscó a mi amigo quien era quien la había contratado para esta faena. Yo siempre me mantengo alejado de estas fiestas y me retiro siempre en los primeros minutos y de esa manera todos los demás se sienten libres de actuar como se les venga en gana. Me acerqué a despedirme de Sam y desearle un feliz retiro y obviamente siendo el centro de atracción, estas dos chicas estaban a la par de él. La que había acompañado hasta el salón me dijo de una manera coqueta: -¡No se vaya! Yo que pensaba darle un trato especial por lo cortes que ha sido conmigo. – Obviamente estas chicas son una tentación y no sé cómo se me ocurrió decirle al oído: -¿Recuerdas dónde queda mi oficina? Ahí te espero cuando termines. -le dije.
    
    Sabía que regularmente solo duraban una hora en aquel baile, pues después se irían todos a un bar cerca de esas instalaciones a seguir disfrutando pues también se trataba de una noche de viernes. Del salón queda inmediata la puerta principal y verdaderamente nunca imaginé que esta chica llegaría a tocarme la puerta. Escuché la algarabía de la gente caminando cuando todos se alejaban cuando escuché el toquido. Era ella, pero en esta ocasión iba con unos pantalones de licra bien ceñidos a su esbelto y sensual cuerpo. Los pantalones eran negros y llevaba una blusa blanca. Vestía zapatos de tacón que le hacían ver mas alargadas las piernas. Ella que se recordaba aun de mi nombre me dice de esta ...
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