1. Cuerdas sobre mí


    Fecha: 04/06/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... succionando, mis manos de nuevo se aferraron a él, esta vez a su cabeza, esta vez jalando de su pelo.
    
    Se incorporó con una sonrisa en su rostro, sus oscuros ojos brillaban.
    
    Sentí como su peso me atrapó entre las suaves sábanas y él.
    
    El beso que me dio mientras volvía a entrar en mí era una mezcla de mi sabor dulzón, con la acidez de la fresa y lo salado de su esencia. Sabía a nosotros.
    
    Que fácil iba a ser para mí acostumbrarme a recibirlo de esa manera, a mirar sus oscuros ojos mientras la sensación de sentirme llena me hacía abrir la boca y dejarme llevar.
    
    Luego su boca fue a mi cuello lamia al tiempo que comenzaba a moverse encima de mí.
    
    No dejó de besarme, la boca, el cuello, mis senos tiraba fuerte de la cuerda haciendo que mi boca protestará, pero sus arremetidas calmaban cualquier intento de queja.
    
    Cuando subió mis piernas a sus hombros toco ese lugar mágico, solo hicieron falta dos embestidas así para sentir cómo las piernas me temblaban, para saborear de nuevo las mieles de la muerte chiquita.
    
    Sentí cuando salió de mi dejando mi cuerpo.
    
    —Voltéate.
    
    Quedé acostada ofreciendo mi espalda. Su mano cayó con furia sobre mí, un ardor se apoderó de mí nalga luego una caricia, después la nalgadas cayó sobre la otra nalga, hubo varias antes de sentir como su daga me invadía de nuevo.
    
    Esta vez fuerte, de un solo empujón llegó hasta lo más profundo de mí.
    
    Pronto la sensación de escozor de las nalgadas fue reemplazada por su miembro entrando y saliendo, no sólo entraba y salía de mí. No, él sabía el ángulo correcto, ese donde al entrar me hacía vibrar, ese donde antes entrar rozaba toda la exención de mis labios causando mis gemidos.
    
    Cuando terminamos estábamos sudando y agotados.
    
    Me acurruque en su pecho mientras los desacompasados latidos de nuestros corazones se normalizaron, mientras nuestras aceleradas respiraciones volvían a la normalidad.
«12...78910»