1. La esposa de Osvaldo


    Fecha: 08/06/2023, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... en los toros, y arremeter bombeando, mete y saca, una y otra vez, yo pensaba en la muerte para evitar eyacular demasiado pronto.
    
    C: ¡Ah, que rico, Jonathan, que rico!
    
    J: ¡Ah, ¡Caro, uhm!
    
    C: ¡Cógeme, si, así, soy la mujer más feliz, que rico!
    
    J: ¡Dios nena, me tienes a mil!
    
    Como no quería lastimarla me invente e improvise unas posiciones, para continuar dándole de mi verga, finalmente tenía a la sensual esposa de Osvaldo para mí.
    
    J: ¡Que rico, uhm, que rico!
    
    C: ¡Ah! Si, ah, dios, ¡hace tiempo que no sentía esto!
    
    ¡Que idiota! Pensé eso de Osvaldo que descuidaba a ese majar, que comenzaba a mover su cadera de forma riquísima, yo estaba súper excitado, tenía que respirar y distraerme para no venirme aun, ya que quería seguir disfrutando de esa mujer.
    
    J: ¡Caro, que rico, uhm, me vas hacer venirme!
    
    C: ¡Si, uhm, que rico, uhm!
    
    J: Dios, muévete nena muévete, ¡pero no te vayas a lastimar!
    
    C: ¡Ah!! Que rico, que rico, ¡te siento bebe!
    
    No puede aguantar más de 10 minutos empujando una y otra vez, y tuve una corrida tan abundante, ya que hacía algunos días que no me masturbaba, que el sofá negro de cuero resplandecía y brillaba con ...
    ... el espeso y límpido material acuoso, mezclado con el líquido que expulsaba Caro.
    
    Lo había conseguido, finalmente me había cogido a esa mujer descuidada por un hombre que su ambición supero su deseo y amor por ella.
    
    Caí en sus senos, exhausto, cansado, feliz y satisfecho, por fin me había follado a la mujer de mi vida, mi mejor amiga, la mujer de mis sueños.
    
    Caro abrió levemente los ojos y me miró pensativa. De su pupila derecha resbalaba una lágrima. ¿Pensaba en Osvaldo? ¿Cómo seguirá la relación? ¿Podremos seguir siendo amigos? ¿Llevará bien los cuernos mi amigo Osvaldo?
    
    Le ayudé a vestirse, ella continuaba muda, limpie el sofá y le dije que me iba, justo en eso ella me abrazó y llorando me pidió no le contara de eso a nadie, que no fue correcto, que fuimos malos.
    
    Yo la abracé y le dije que no tenía que ponerse así, que no hicimos nada que no queríamos y que Osvaldo jamás se enteraría.
    
    La amistad no fue la misma, los días y meses siguientes ella me evitaba, ya no me hablaba, de hecho, Osvaldo se dio cuenta y discutieron, al verla muy deprimida no me quedó de otra más que alejarme de ellos, pero nunca olvidaré el día que me la cogí en su sofá. 
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