Angie (III): En la piscina con mi hermana Lucía - Relatos Eróticos

Angie (III): En la piscina con mi hermana Lucía

Después de aquel momento en el cole el día terminó sin más que las ganas de irme a casa y desatar mis deseos, necesitaba poder procesar lo que había experimentado ese día, recordar cómo sucedieron los hechos para excitarme al grado de masturbarme loca de placer en las duchas del colegio.

Aquella noche repase cada momento que me llevó a tal situación, dándome cuenta que haber visto a mi hermana y Marcos había sido el detonante para despertar esa sensación de calentura que mi cuerpo pedía a gritos, lo cual me lo había negado por ser demasiado exquisita a la hora de seleccionar a mis pretendientes, junto con la idealización de que fuese demasiado especial.

Pero no fue haberlos visto teniendo sexo lo que más me marcó, ya que había visto películas eróticas y algunas más porno, si no las historias que les gustaba crear mientras lo hacían, especialmente mi hermana me había impactado con su forma tan pervertida de fantasear, exhibirse con su bikini fucsia en la piscina de la comunidad y chuparle el pene a otro hombre, y más encima el conserje que es un señor como de 50 años que no tiene ninguna gracia.

Por otro lado mi cuerpo venía dando señales, hormonalmente me sentía alterada, sin razón aumentaba mi temperatura corporal, mis pechos se inflamaban, lo que me hacía doler, andaba muy sensible físicamente y emocionalmente, pero sobre todo sentía mucho calor, ahora lo entendía, mi cuerpo necesitaba desahogar estas sensaciones.

Tampoco puedo negar que Marcos me impactó con ...

... su manera de referirse, cuando le dijo a lucía que le encantaba provocar y calentar hombres como nuestra madre, que le gusta vestirse mostrando porque le encantaba calentar, que era nuestra herencia familiar, hoy día lo había confirmado al disfrutar de estar haciendo el examen de sentadillas frente a mis educadores, ahora me hacía sentido, lo había disfrutado. Hasta fantasee con él, mi cuñado, me sentía mal de haberme excitado imaginando su hermoso pene luego de haberlos pillados con mi hermana Lucía.

En esos análisis fue que comencé a recordar lo sucedido, como mi mente me había jugada una mala pasada con Don Facundo al imaginarlo en la fantasía de mi hermana lo cual me haría verlo con otros ojos, que si bien encontraba hombres mayores atractivos no los veía como opción por la diferencia de edad.

Lo había visto desnudo luego de lo excitada que me encontraba del examen, de sentir como se me enterraban las calzas entre las pompis, embriagada por la calentura del placer le mire su entrepierna, que si bien se tapó rápidamente, pude apreciar en su estado de reposo que era no muy largo, pero si grueso, no pude más que entregarme a aquellas melodías para luego coquetear y pedirle opiniones de mi cuerpo, incluso las pompis, sabiendo que estoy súper potoncita, hasta se la pare, para que sacara una foto. Sentía que me había comportado como puta con tal de cualquier cosa por conseguir esas dosis de placer, no podía dejar de pensar que solo me diría su verdadera opinión cuando me ...