1. El encargo


    Fecha: 18/06/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi Amo me ha dado una orden: -escribe como si la estuvieses viviendo, la próxima sesión que vamos a tener los dos-.
    
    Intentaré poner toda mi fantasía en el escrito, que pudiera hacerse o no realidad.
    
    Oigo el teléfono, es Mi Amo quien llama, dice que está llegando a mi casa, que le abra el portal en cuanto me vuelva a llamar.
    
    Yo sé que tardará cinco minutos, realizo los últimos preparativos, enciendo unas velas en el comedor y en la habitación, y me miro al espejo, me siento bien, voy vestida como me ha indicado Él, un body semitransparente un liguero, unas medias, unos zapatos de tacón, todo ello negro, y su collar, su collar de perra.
    
    Llama a la puerta, le abro, y tras cerrarla tras de sí, me arrodillo para besarle los pies.
    
    Una vez hecha esta reverencia, Él me ayuda a incorporarme y me da un beso como sólo Él sabe dar, un beso que me desmonta, y me pone a punto para lo que desee ordenarme, soy suya.
    
    Tengo preparado su café, tal y como a Él le gusta, dispuesto sobre la mesa, cojo la tacita y me vuelvo a arrodillar para ofrecérselo en esa postura cuando Él está cómodamente sentado en el sofá, los brazos tendidos y la cabeza gacha, espero a que Él lo alcance, aunque se demora un poco, supongo que porque desea verme así sometida.
    
    Hay un plato en el suelo vacío, y otra taza en la mesa, Él me dice…-tómate tú también el café perrita-. Cojo la taza y la vierto en el plato, y con cuidado, empiezo a lamer del plato el café que tan amablemente mi Amo me deja ...
    ... compartir.
    
    Terminada la totalidad del líquido me lamo los labios, y Mi Amo me indica que le lama su polla que empieza a engordar de manera ostensible.
    
    La polla de Mi Amo es mi delirio, la lamo suavemente, con mucho deleite, y Él sujetándome la cabeza me va indicando el ritmo de la mamada. Noto que está completamente hinchada, cuando me hace detener.
    
    Me coloca su cadena al collar, y así arrodillada me conduce a la habitación.
    
    Al llegar, me quedo inmóvil, a la espera de sus mandatos, Él me ordena bajar la cabeza hasta tocar el suelo, y siento cómo con su pie me obliga a mantener mi mejilla sobre el mismo, sintiendo el frío, y la presión de su planta en una posición forzada de sumisión.
    
    Así te quiero delante de mí perra, completamente postrada,-dijo Él-.
    
    Sí, Mi Amo, sabe que le adoro, sabe que soy suya, oblígueme a hacer lo que le complazca, todos sus deseos los puede obtener de la zorra de su propiedad, -alcanzo a decir-, y Él retira poco a poco su pie de mi cara.
    
    Sígueme, -me dice-, y yo le sigo.
    
    Me conduce hasta el baño, de rodillas como estoy, y allí me dice que me desnude y me meta en la bañera.
    
    Arrodíllate, -me indica-, vas a recibir la marca de tu Amo, ¡no quiero que bajes la cara!.
    
    No cierro los ojos, y veo cómo toma su miembro y empieza a orinar sobre mi cara, mi pelo, mis tetas, y cómo se desliza el líquido de mi Amo por todo mi cuerpo.
    
    Abre la boca, -dice en tono fuerte-, y bebe de Mí.
    
    Trago su orín, sintiendo una ligera indisposición al ...
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