Universitaria: Follando en los vestuarios.
Fecha: 20/06/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... vestuario de chicas, pero la puerta ya estaba cerrada.
-Pues el vestuario está ya cerrado.- Dijo él desde el fondo del pasillo.
-¿Y no puedes abrirme un momento? No puedo así a casa, voy a coger un resfriado.- En ese momento el muchacho me hechó un vistazo de arriba abajo lentamente. -Venga porfavor…- Le insistí.
Lentamente se acercó a mi posición, sin decir nada y con cara de fastidio, resultaba un tanto tétrico, pero finalmente me abrió la puerta. Tras agradecérselo una vez más, me acerqué a mi taquilla y preparé mi ropa. -Me ducho en un segundo, no tardo nada. - Dije mientras ya me encaminaba hacía las duchas.
Las duchas estaban todas juntas y eran abiertas. Unos 7 grifos de ducha con apenas metro y medio de separación contra un muro. En el sueño había varios sumideros que se encargaban de llevarse el agua. Pude ver como el muchacho entraba al vestuario, esperando a que acabase para terminar de cerrar.
-Lo siento, de verdad- Dije desde la ducha bajo el chorro de agua. -No tardo nada.-
-No pasa nada.- Sentía su voz demasiado cerca, como si estuviese acercándose dentro del vestuario. Me quería quitar el bañador para ducharme en condiciones, pero tenía cierto miedo por la poca seguridad que me aportaba la situación.
-¿Llevas mucho tiempo aquí? Yo es que hace años que no me pasaba. Conocía a Pepo, el anterior conserje.- Dije. Pretendía mantener una conversación cordial para al menos sentirme más tranquila.
-Ya se quién es Pepo.- Tardó bastante en ...
... contestar, y lo hizo de la forma más cortante posible. No sabía muy bien cómo responderle, así que se hizo el silencio por unos segundos. Un chorro de agua caliente caía sobre mi cabeza empapando todo mi cuerpo. Pude oír como abría mi taquilla, ya que era la única que permanecía abierta. Asomé mi cabeza para ver que hacía, estaba fisgoneando entre mis cosas. Parecía concentrado en su cometido, inspeccionando cautelosamente mis pertenencias, por un segundó pensé que me iba a robar, hasta que le vi observando mis bragas. Permanecí quieta y en silencio, observando a través de una rendija de la ducha. Ví como su expresión al fin transmitía algo al ver mis braguitas negras de encaje.
En parte me tranquilicé, su apatía probablemente se debiese al estrés del trabajo, pero como todo hombre, tenía una forma de controlarlo.
Comencé a quitarle el bañador, dejando mis pechos fuera al retirar los tirantes, y me enjaboné un poco de cintura para arriba. -Ya me seco y me voy. Perdona por hacerte perder el tiempo.- Dije tras quitarme del todo el bañador. Me pase los dedos recorriendo mi rajita a través de la pelusa castaña que lo escondía.
Pude oír como rápidamente se apresuraba por dejar las cosas de nuevo en mi taquilla. -¿Te importaría pasarme una toalla? Aquí no queda ninguna.- Le dije. Normalmente, en un armario junto a las duchas el personal de la piscina proveía de toallas para sacarse a los asistentes, pero por lo visto, y dado que era tan tarde, ya las había recogido todas.
-Ya ...