1. Mi instructor del gimnasio me hace nena


    Fecha: 25/06/2023, Categorías: Transexuales Autor: fernandatrans, Fuente: CuentoRelatos

    ... boca sobre la mía ahogó el gemido de dolor y, placer tal vez? que me produjo su movimiento, y la mano sobre mi pecho bajó hasta mi pene que sin poder evitarlo ya estaba erecto. Y empezó a masturbarme.
    
    Sometido por un hombre de ese calibre. Caliente y húmedo, dominado y entregado, tuve la mayor erección de mi vida. Y no es que pueda presumir de polla, pero la notaba como nunca. Bueno, nunca me habían masturbado antes. La excitación fue tal que solo pude entregarme por completo, dejar de luchar y abandonarme al confuso y desviado placer que me invadía. Como si seguir luchando hubiese marcado alguna diferencia. Estaba en sus manos y él lo sabía. Tres movimientos de su dedo en mi culo y tres de su mano sobre mi polla y me corrí como no lo había hecho nunca. Y pajearme sí que lo había hecho, mucho.
    
    Seguía besándome con dulzura, ahogando mis gemidos mientras su mano terminaba de ordeñar mi polla y su dedo se retiraba gentilmente de mi culo. Cuando terminó de ordeñarme, su brazo subió de mi culo a mi cuello y retiró sus labios de los míos mirándome fijamente. Yo aún estaba con la boca abierta y los ojos como platos. Muerto de vergüenza y con ganas de echarme a llorar.
    
    -Te ha gustado, eh nene? -me dijo sonriendo.
    
    -… -fue mi respuesta.
    
    Así me dejó en la sauna cuando salió. Volvió a los cinco o seis minutos, o cinco horas, no sabría decirlo para decirme:
    
    -Anda, dúchate y te espero fuera nena. -¿nena?...
    
    Lentamente me levanté y me duché. Con la mente casi en ...
    ... blanco. Completamente confuso y aturdido me fui duchando y vistiendo cada vez más rápido decidido a irme corriendo a casa e encerrarme y no volver nunca por allí. Era jueves. Al día siguiente no tenía clase y podía irme a casa a olvidarme de todo. Ese cabrón no va a volverme marica. Nadie sabrá esto nunca y ya está. Lo olvidaré todo y listo. Vestido a la carrera y sin poder secarme bien salí corriendo del gimnasio para evitarle e irme a casa. Pero no. Al salir él estaba apoyado en la puerta de su BMW 320 azul turquesa esperándome con la mayor de las sonrisas:
    
    -Entra en el coche nenaza. Me dijo sonriendo y guiñándome el ojo.
    
    ¿Qué se ha creído? ¿Qué después de hacerme lo que me ha hecho iba a consentirle confianzas? ¿Qué iba a entrar en su cochazo como la nenaza que me había llamado? Iba pensando mientras entraba diligentemente en su coche con tapicería de cuero beige. No podía creerlo, estaba completamente a su merced. Una vez sentado agaché la cabeza y me puse el cinturón. El entró justo después que yo y arrancó hacia su casa.
    
    Su mano en mi entrepierna, apretando suave pero firme. Su mirada confiada y su sonrisa picarona. Joder, no sé si sería marica o no, pero este tío me tenía completamente dominado.
    
    Llegamos a su casa. Aparcamos en su plaza de garaje y nos dirigimos al ascensor, con su brazo enorme sobre mis hombros. Estaba claramente a su merced y lo más extraño es que me sentía seguro. Me gustaba la sensación de su cálido poder sobre mí. Entramos en su piso, ...
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