Mi instructor del gimnasio me hace nena
Fecha: 25/06/2023,
Categorías:
Transexuales
Autor: fernandatrans, Fuente: CuentoRelatos
... moderno, limpio y bien decorado.
-Ponte cómoda nenaza. -me dijo sin dejar de sonreír ni perder ni un ápice de control.
Cogió mi bolsa y la soltó sobre una silla. Se fue hacia la cocina dejándome de pie en medio del salón. Volvió con una botella de vino y dos copas y se sentó en el sofá. Sirvió las dos copas, se encendió un cigarrillo y me miró, diciéndome:
-Nena coño, siéntate que no te voy a morder.
Corriendo fui al sofá, enfrente de él. Aun mirando hacia otro sitio. Eduardo me acercó la copa y sentó a mi lado, ofreciéndome otro cigarrillo, de otro paquete, más largo. Lo encendí y le di un sorbo al vino.
-No has dicho ni pío en dos horas. Estás bien? -me preguntó.
-Sí, sí… -respondí- es que… -mis palabras se ahogaron en mi boca, sin saber que decir.
-Que no sabías que eras tan marica, no? -apuntó él- Tu tranquilo, si yo me di cuenta al minuto de verte. -me dijo acariciando mi nuca.- Y además ese rollo de fortalecerte para ganar confianza… Y ligar con tías verdad? Jajaja, a que nunca te has comido un rosco?
- Yo, bueno… si…
-Que no nena, que no! Si te calé al instante. -me respondió dejándome sin argumentos- Además, tu no necesitas fortalecerte y ser un tiarrón. Tú estás hecha para ser una nenaza.
Yo lo miraba fijamente, con su mano acariciando mi nuca, viendo como decía esa última frase cogiendo mi mano en la que sujetaba el cigarrillo largo y colocándola de forma mucho más amanerada. Como una chica coge un cigarrillo.
-Así, mucho más de tu ...
... estilo, ves? -me dijo volviendo a guiñarme el ojo.- Yo no sé porqué pero siempre tuve debilidad por los chicos como tú, ven conmigo. -continuó incorporándose y levantándome para que lo acompañase.
Me llevó al dormitorio, donde me paré en la puerta. Eso no, ahí no podría entrar. Después de eso no habría marcha atrás…
-Entra coño! Relájate que pareces tonta, jajaja. -dijo abriendo el armario y sacando ropas de color blanco.
Yo me acerqué a la cama donde estaba dejando la ropa y me fijé en ella. Eran unas medias blancas de seda o nylon. Unas braguitas de raso con un lacitos y un body blanco con liguero a juego de raso y encaje. Se acercó a mí y comenzó a desnudarme. En mi cabeza estaba huyendo, esquivando su fuerza con mi habilidad y destreza y saliendo por la puerta rápido como un héroe de cómic. Mi cuerpo estaba levantando los brazos para dejar salir mi camiseta y dejando bajar mis pantalones y mis calzoncillos, quedando completamente desnudo frente al hombre más grande y fuerte que nunca vi. Me puso una media, luego la otra. Me puso las braguitas, el body y ajustó las ligas a las medias. Se acercó de nuevo al armario y sacó unos zapatos de tacón blancos. Su mano en mi hombro me sentó en la cama y me puso los zapatos, como el príncipe se los puso a cenicienta.
-No tienes mucho vello, eso es bueno, pero tendremos que quitarlo por supuesto. Hoy es para que vayas entrando en situación nena. –me decía mientras me colocaba un collar larguísimo de perlitas y le daba dos ...